Nota David Ibáñez Engarzando su poesía con la costura de algún tiento, así se lo suele ver a Matías Hilero. Buscando en sus decires lo mismo qu
Nota David Ibáñez
Engarzando su poesía con la costura de algún tiento, así se lo suele ver a Matías Hilero. Buscando en sus decires lo mismo que en su rescate, su elección, su oficio de soguero.
“Creo que es un poco eso, un modo de honra, me gusta decir. Porque estas prácticas bien artesanas y gauchas, en el tiempo, salvo en reductos bien definidos, no son tan visibles…eso siento cada vez que elijo realizar un trabajo en cuero crudo” dice Matías.
La práctica del trabajo sobre el cuero, sea vacuno, equino o de otro tipo de animal, se remonta a muchos años de la historia universal. Entre 20.000 y 40.000 años de antigüedad, que con el sustento de agujas y pinturas rupestres dan cuenta de los usos de aquellos trabajos destinados al abrigo y protección de nuestros antecesores. Más acá en el tiempo, el cuero crudo vacuno o equino, se signa a tiempos del bajo virreinato, antes por originarios.
“En mi caso, en los últimos diez años he intentado realizar todos los trabajos del modo más artesanal, esto es, bien manual, como antes, sin la incorporación de ningún tipo de maquinaria. Esto no es capricho, sino que es un trabajo que, a ojos no demasiado expertos, es notoria la mano del artesano, que a su vez le agrega un valor simbólico extra, por esa misma condición”.
Con 33 abriles, y habiendo comenzado a los 20 con el cuero, da gusto ver cómo trata a la lonja y a la madera con un mismo cariño.
Indudablemente la búsqueda consciente que lo arrimó a este oficio antiquísimo también lo acercó a buscar plasmar en prosas sencillas aquello que en contexto con el oficio eran convivientes, la música folclórica. Por ello, en sus quehaceres, entre tientos y bordonas, engarza dos tiempos disimiles, el ayer con el hoy.
“Y si, con la música me pasa parecido. Intento trabajar letras propias y ajenas en el repertorio musical, que se ubiquen, o sean tradicionales de nuestra provincia, ganadera desde sus albores. Así que cuero, mate y guitarra, para mí, son más que eso…”