El día que terminó la primera sesión de quimioterapia Juan Nappi no se fue para su casa. Del Hospital marchó hacia el Cuartel de los Bomberos, a tomar
El día que terminó la primera sesión de quimioterapia Juan Nappi no se fue para su casa. Del Hospital marchó hacia el Cuartel de los Bomberos, a tomar mate con su segunda familia y a hablar de temas que lo distrajeran. Pero el ulular de la sirena lo sacudió de ese momento. Un incendio se desataba en la zona rural, los bomberos iban y venían, y por radio escuchó el pedido desesperado del jefe a cargo en el lugar del siniestro que el agua se terminaba, que necesitaban un tanque cisterna de refuerzo y no dudó un minuto. Se subió al viejo camión y al volante emprendió a toda velocidad por el acceso para dar apoyo.
Esa misma tarde se subió a otro camión para otro incendio de grandes proporciones cerca de La Serenísima en una jornada de madrugada contra las llamas. Al cierre de la jornada, no había recuerdos médicos, sino la satisfacción de la tarea cumplida. “A mí Bomberos me dio la oportunidad de devolerle al pueblo todo lo que me dio” cuenta hoy Juan Nappi en un mano a mano con FM Tiempo y oesteba.com.ar.
-¿Cómo está tu salud?
-Estoy mucho mejor, tengo para 2 años de tratamiento, la Dra. Robles me está llevando muy bien, pero a esto hay que ponerle pilas, locura y coraje.
-¿Y eso dónde lo aprendiste?
-Siempre pensé que no importa las veces que me caigo sino las que me levanto y eso se lo digo a todos.
-En el ámbito empresario me acuerdo que tenías muchas caídas y levantadas.
-Sí, siempre fue así con mi familia siempre trabajábamos todos.
-¿Te arrepentís de haber sido empresario de la noche?
-No, al contrario, lo extraño yo fui un trabajador de la noche no fui bolichero. Si estaba en un casamiento, a las 12 me levantaba y me iba a trabajar al boliche, siempre estuve al frente.
-¿No te cansaste en algún momento que todo el mundo hablara de vos y te quisiera perjudicar?
-Si claro, me cansaban las injusticias de las autoridades, cada comisario que venía le llenaban la cabeza, hoy cambió mucho la policía. Las injusticias y habladurías repercutían en mi trabajo, yo me divertía; el jueves ya tenia todo listo para el viernes. Sentía que me divertía.
–Recuerdo que sabias el nombre de todos los chicos que entraban. Esas cosas con los años se valoran el trato paternal y de cuidado sobre los pibes.
-Estaba en la puerta y los chicos que entraban eran los hijos de mis vecinos y yo los tenía que cuidar. Pero en los últimos años la sociedad había cambiado mucho, había muchas peleas, la violencia era más frecuente y sentía que me enfermaba las peleas y me quería ir. Tuve 30 años al frente.
-¿Cuando entregaste la llave sentiste que te faltaba algo?
Si claro, aún hoy visito a un amigo que tiene un boliche en Tres Lomas y a veces me voy detrás de la barra a servir tragos y esas cosas. Para mi era una diversión no solo un trabajo. En el boliche sos cura, comisario, confidente todo, a veces los chicos te confiesan las cosas que le pasan en la casa. Pero en un pueblo siempre la culpa de todo la tiene el comisario, el intendente y el bolichero, el sábado a la noche el único que esta levantado es el bolichero. Siempre fui infractor porque entraban menores, pero si vos sos papá y le das 10 lucas para que vaya al boliche vos también sos responsable.
-Cambiamos de tema ¿por qué sos bombero?
-Era bombero de La Matanza y llegué acá vendiendo rifas y aquí conoci a la que hoy es mi mujer. Había estado 7 años antes en una entrega de materiales. Cuando me quedé acá me dediqué al boliche y renuncié al cuerpo activo en 1989. Luego en 2009 retomé en la comisión directiva como dirigente. Me gusta más ser bombero que ser presidente.
-Te quieren mucho los bomberos.
-No sé si me quieren, yo soy muy rompe bolas porque me gusta que todo esté en orden. A nosotros cuando arrancamos no nos fue bien con la primera rifa, porque la institución venia con algunos comentarios en la calle, pero de a poco fuimos creciendo. Todo gracias a la gente, sin la ayuda de la gente no podríamos hacer nada porque los costos son muy altos.
-Bomberos representa mucho en vos, lo hablas con mucha pasión.
-Yo si no paso por bomberos me muero. Tengo que estar todos los días, cuando estuve internado los volvía locos a todos. Un dirigente tiene que estar junto con los bomberos todo el día, yo le digo a los dirigentes que no podes ir solo a las reuniones. Hay que estar en un incendio en el verano en medio del campo. Cuando asumimos había pocos camiones, poco equipamiento y un endeudamiento de 411 mil pesos, poníamos la cara y pagando boletas de a poco.
-Se ha complejizado Trenque Lauquen para el servicio,
-Los incidentes están a la orden del dia y cuando menos lo esperas por eso tenes que estar preparado todo el tiempo. Cuando nosotros entramos no se hablaba de trauma ni nada de eso, hoy un bombero tiene que saber primeros auxilios, rescate en altura, especialidad en trauma, tiene que tener capacitación permanente no es algo fácil hoy por hoy. Tenemos 36 bomberos es un número óptimo, el costo del equipamiento de cada uno es muy alto entonces hay que ir de a poco.
-¿Qué pasa con el terreno en el FFCC para Bomberos?
-Hicimos todos los trámites ante el FFCC y salió a nombre de la municipalidad, el intendente Fernández dijo que eso es nuestro pero estamos necesitando que el municipio lo mande al HCD para que avale que es nuestro para poder invertir no vamos a poner plata en un lugar que no esté a nombre nuestro porque el día de mañana te pueden sacar.
-¿Cómo está la economía de la institución?
-Bien gracias a Dios. Nos fue bien con el primer mes de ventas de la rifa, no son tiempos fáciles para la gente por eso el agradecimiento permanente a la gente porque siempre colaboran con nosotros, hemos comprado la esquina donde vamos a hacer un galpón para alquilar y el resto un escenario de prácticas y ampliar el cuartel.
-¿Y vos por qué seguís?
-Porque me gusta y porque tuve acá en Trenque lo que nunca había tenido en la vida: amigos, la gente que fue al boliche que me bancó y me dio mucho y la posibilidad de devolverle al pueblo es con bomberos, para mi es una profesión.
-El otro día decias que estabas vivo por Bomberos.
-Gracias a dios cuando me pasó lo de la enfermedad tenia de donde agarrarme el primer día de la quimio me fui al cuartel a tomar unos mates y justo salta un incendio y necesitaban que le llevaran el cisterna para el abastecimiento de agua y ahí me fui manejando, esa misma tarde estábamos con otro dirigente que también tiene un problema de salud y fuimos al incendio de campo en los piletones que estuvieron toda la noche trabajando, “tenga a mano que ya van los dos cancerígenos para allá” les dije por radio tomando un poco en joda las cosas. Le pusimos garra a todo esto y lo enfrentamos a las patadas, no sé si lo voy a vencer pero voy a durar más.
-¿Bomberos te prepara para estos momentos difíciles?
-Si claro, a ser más frío, a obrar más tranquilo, a pensar todo lo que se ve y a pensar más en los demás que en uno mismo.
-¿Te siguen diciendo el Gordo Barracchia de los Bomberos?
-Si jaja eso a mi me hace muy bien, ojalá fuera un poco como él. Eso me da más fuerza para seguir.