Orlan, el cocinero venezolano que hace el mejor sushi en Trenque Lauquen

Orlan, el cocinero venezolano que hace el mejor sushi en Trenque Lauquen

En el corazón del área comercial y gastronómica de Trenque Lauquen se encuentra Bambú, un pequeño local que ofrece una carta amplia que incluye carnes

En el corazón del área comercial y gastronómica de Trenque Lauquen se encuentra Bambú, un pequeño local que ofrece una carta amplia que incluye carnes y pastas, pero que destaca por una receta que dicen es para chuparse los dedos: el sushi.
La ruta de ese sabor exótico en las pampas bonaerenses nos conduce a conocer una historia de un cocinero llegado de Venezuela que, como tantos, emigró en búsqueda de un futuro mejor. Trabajó en restoranes de Buenos Aires y fue convocado a nuestra ciudad para hacerse cargo de la cocina de una empresa, aunque ahora hace 1 año y medio desanda su propio camino con Bambú.
Orlando Pérez, a quien todos conocen como Orlan, mantiene la tonada del español con acento venezolano a pesar que hace 7 años vive en la Argentina (2 años en Trenque Lauquen). Habla con nostalgia de su país natal y sueña con traer a sus padres a nuestro pueblo, porque ya se siente parte de este suelo, con dos hijos nacidos aquí, uno de ellos hace 1 mes. Su historia es de lucha y superación, un trabajador incansable que se propone metas al alcance de mano, como una metáfora del árbol que le da nombre su local comercial que nunca para de crecer.
De Venezuela a Trenque Lauquen, la historia de Orlan, un tipo amigable que se hacer querer. Que sólo habla de trabajo, esfuerzo y dedicación; y que tiene una mano para la cocina que sólo cosecha elogios.

Orlando Orlan Pérez nació en Valera provincia de Trujillo, la región andina de Venezuela. De origen humilde a los 24 se tomó un avión y salió en búsqueda de un destino mejor. Cuenta que vendió la moto, un TV y todo lo que había logrado comprar para costear el pasaje sólo de ida.
En Buenos Aires lo recibió una amiga de una hermana suya que justo ese día también tomaba otro avión para buscar otro destino mejor que la Argentina, historias de sueños y aeropuertos. “Me dijo aquí está el subte, aquí cargas la SUBE, aquí está Migraciones y listo quedé solo” recordó Orlan en una entrevista con FM Tiempo 91.5.
“Pero yo no iba a bajar los brazos tan fácilmente” entonces salió a caminar la ciudad de la furia y comenzó a trabajar como lava copas en una cadena de restoranes.
“Como todos llegué buscando oportunidades, me fui de mi país por la crisis y las ganas de seguir adelante. En el restorán aprendí mucho pero fue una tarea muy forzosa porque hacía muchas horas y mucho trabajo, eran 12 horas a todo ritmo en un local gastronómico de Belgrano abierto las 24 horas, fue una puerta de ingreso muy importante. A los 15 días dejé la bacha, y pasé a ayudante de cocina, no sabía nada, pero tenía muchas ganas. Sólo con las ganas pueden sobreponerte a un mundo muy diferente y exigente como es la cocina de un lugar grande, se trabaja con mucho estrés. Trabajar en la cocina es por pasión o necesidad, hoy tengo más pasión, pero en aquel momento tenia más necesidad”.
Además, “era nuevo, pensaba en mi familia. Estaba solo. No me gustaba vivir en mi casa porque me atormentaban los recuerdos de mi hogar, entonces trabajaba todo el dìa y sin francos para no pensar lo que había dejado atrás”.
Luego una hermana suya también aterrizó en la Argentina “pero luego se fue a EE.UU. hoy dos de sus hermanas residen en el país del norte”.
Luego de 5 años en Buenos Aires, un contacto le habló de Trenque Lauquen, de una empresa gastronómica que estaba abriendo sus puertas y necesitaba cocineros. No lo dudó. “Me llamaron para un local que estaba comenzando me dijeron es un pueblo que se esta desarrollando que hay futuro. Cuando me contaron que no había subte, colectivos, ni tránsito, ni lo pensé (ríe). Yo vengo de un pueblo como este en Venezuela, me hace acordar mucho a mi ciudad estas calles. Esta es mi segunda casa, cuando está nublado y hace frío me siento en casa porque allí es así el clima”.
En Buenos Aires conoció a su mujer, que es de Lanus también vinculada al área de la gastronomía y tampoco tenia idea de Trenque Lauquen ni nuestra región. Con ella tiene 2 hijos, uno de ellos nació hace 1 mes. Como son una familia ensamblada, tienen 4 niños.
“Tomamos la decisión con mi señora de dar un plus, de hacer otro tipo de cocina, ese es nuestro objetivo otro estilo de comida”, dijo y entonces saltó del trabajo fijo que tenía y abrió Bambú, su propio local.
“Bambú es como yo hemos ido creciendo poco a poco hasta que florezca la semilla para lograr el éxito que queremos alcanzar” dijo para contar que el nombres una metáfora que siente personal. “Nuestra especialidad es el sushi, pero también tenemos parrilla, pollo en sus distintas variedades y pastas”. Se puede comer todo, pero el sello distintivo es el pescado.
Dice que no es un plato caro e invita a todos a poder disfrutar de la experiencia, y que hay distintas maneras de prepararlo sobre todo para aquellos que lo prueban por primera vez.
No ve a su familia desde hace 7 años. Sueña con poder traerlos a Trenque Lauquen, él no piensa en volver a su tierra. “Cuando tienes una historia como la nuestra, ya pasamos por la experiencia de despojarte de todo entonces a lo material no te aferras, no le das cariño a las cosas materiales, para mi lo más importante hoy es mi familia y mis hijos”.
Sobre sus sueños aquí dice que “tenemos muchas ganas de seguir, confiamos mucho en el producto y la gente nos responde muy bien” y destaca a la sociedad local “nunca me trataron distinto por ser extranjero, al contrario siempre me tendieron la mano, aquí en Trenque son como nosotros lo llamamos ‘mano amiga’”.
La gastronomía “siempre es aprendizaje, siempre estás creando y aprendiendo. Quiero crecer, seguir haciendo mi futuro, sumar platos”. No hace comida típica venezolana, no la ofrece en su menú, su país está hoy sólo en sus recuerdos y en la nostaliga del tiempo que dejó atrás.