Aunque Pedro Márquez es más conocido en la sociedad por su trabajo que reviste mucha seriedad y formalidad como secretario del Concejo Deliberante de
Aunque Pedro Márquez es más conocido en la sociedad por su trabajo que reviste mucha seriedad y formalidad como secretario del Concejo Deliberante de Trenque Lauquen, siempre de saco y corbata, y lectura adusta y sin pausa de las ordenanzas y los decretos; tiene un costado musical muy rico a lo largo de los años.
Sin embargo, y a pesar del camino recorrido él dice que no se considera músico, sino que utiliza la música como un espacio de liberación y sanación. Así lo contó durante una entrevista con FM Tiempo en la que además tocó el saxo en vivo.
A los 7 años, Pedro Márquez, tomó sus primeras clases de guitarra y a los 15 ya era profesor de guitarra. En los escenarios, dejó su huella con bandas de reggae y folclore, y también con la conformación de la banda de música donde conoció a los instrumentos de viento y fundamentalmente el saxo que es hoy “su” instrumento.
“Hasta principios del año estuve tocando con la banda, después no pude seguir, lleva muchas horas de estudio y trabajo y hoy no puedo dedicarme con exclusividad” dijo en la entrevista radial.
A la banda entró hace casi 40 años, fue a los 15 cuando ya era profesor de guitarra pero no quería tocar las 6 cuerdas. “La banda compró un saxo y me lo dieron a mi”.
Estudió en la UTN aunque le faltaron unos finales para recibirse, eran años difíciles en los 90 y La Primera había cerrado, tuvo que salir a trabajar para ayudar a la economía familiar. Su padre es uno de los estandartes de aquella lucha por la compañía de seguros “mi padre es un ejemplo para mi por esa lucha”.
En aquellos años de juventud, con Fabián Vázquez, Pico Martínez, Rodrigo Reparaz y Alejandro de la Iglesia “creamos una banda de regaee que se llamaba Los Inconscientes”, más tarde “formamos Los Guaqui con los hermanos Etchegaray, Martín Grau, Emilio Campo, mi hermana, y Raúl Mansilla”. Durante más de 20 años fue ladero de Abel Taybo con quien participó en los Pre Baradero y tocó en el escenario mayor de Cosquín y también tocó blues con el Vincha.
Allí ya mostró versatilidad con los géneros musicales “no tengo problemas con el género musical me gusta todo”.
“A mi me gusta tocar música, no me considero músico. Lo hago porque me gusta. Encuentro en la música un espacio, es como si me fuera, si te evadieras a otro lugar, me transporta a otro lugar y te olvidás absolutamente de todo” y más aún “considero que el instrumento tiene que ser una parte de vos, mi saxo que tengo hace 20 años siempre digo tiene como un espíritu porque cuando vos no estás bien el instrumento no suena bien”.
Cuando uno decide hacer música “se tiene que complementar con el instrumento que toca para que eso, sobre todo este tipo de instrumento que vos no es que lo tocas con los dedos, sino que de donde sale es de tu boca. Estoy absolutamente convencido que yo no elegí el saxo, sino que el saxo me lo eligió. La música te libera, te quita tensiones, te sana, es algo maravilloso”.
Destacó el movimiento de la Escuela de Música y las distintas formaciones que nuclean a cientos de pibes en Trenque Lauquen, y entre sus presentaciones recordó que un amigo le pidió tocar en su casamiento y que también lo hizo durante el egreso de su sobrina junto a su hermana y cuñado, experiencias que describió como muy emocionantes.