Brian Arce es campeón pampeano de la categoría 110 standard carreras de motos Speedway, y de manera paralela marcha primero en otro campeonato, el b
Brian Arce es campeón pampeano de la categoría 110 standard carreras de motos Speedway, y de manera paralela marcha primero en otro campeonato, el bonaerense, a tres fechas del cierre. Tiene 28 años y si bien siempre montó arriba de las dos ruedas para hacer lo que él mismo denomina “macanas” en la calle, hace sólo un año que se anotó para competir y ya luce el 1 en el dorsal.
Arce habló en FM Tiempo en lo que fue su primera entrevista periodística y contó la extraña parábola que lo tiene como campeón pampeano y quizás también termine con el 1 bonaerense de la noche a la mañana, ya que un día le prestaron una moto para probar y terminó en el escalón más alto del podio. Ahora tiene sueños de deportista: quiere subir de categoría y prepararse para mayores desafíos, por eso va al gimnasio y se mata en los entrenamientos para no dejar nada librado al azar.
La moraleja del cuento de su corta vida y que vale la pena imitar, es que la pasión por la moto puede derivarse al deporte y no generar inconvenientes en la calle asumiendo riesgos propios y para terceros. El dice que eso lo aprendió y que el deporte le cambió la vida.
“No vengo de familia de pilotos, llegó a la categoría por un amigo. Siempre me gustaron las motos de calle pero nunca había estado en un circuito y fui un día con una moto prestada hasta que luego compré una. En mi familia me apoyaron desde el inicio, como todo deporte tiene sus riesgos pero hay un reglamento que te da más seguridad y mi viejo prefiere que antes de andar con las motos en la calle, lo haga en un circuito” dijo y aclaró: “Andaba antes en la calle haciendo macanas con la moto, cosas de chico, ahora ya estoy tranquilo, me saco las ganas en el circuito”.
En el primer año Arce los pasó a todos y se coronó campeón en el torneo pampeano y mientras tanto marcha primero en el certamen bonaerense. “Todos me dicen lo rápido que llegaron los resultados porque a otros pilotos les cuesta años la adaptación”. En la semana, levanta pesas y se somete a la rutina de Néstor Vega en Barbas Gym “trabajo el físico y la resistencia porque al principio terminaba muy cansado las carreras en esta competencia se trabaja mucho con el cuerpo”. También de lunes a viernes se somete a la otra rutina: el trabajo junto a su padre en el taller de autos.
“En todas las carreras tenes tácticas y estrategias de acuerdo a las pistas y la relación de la moto, en velocidad puede alcanzar 60 o 70 kilómetros por hora, y una carrera es a 10 vueltas”. Se corre los sábados y para el sustento económico dice que tiene el apoyo de su familia, no tiene sponsor.
Acá prueba la moto en una pista abandonada cerca de Trelau, dijo, no es lo mejor pero por lo menos puede girar algunas veces porque no siempre puede hacerlo.
“Mi familia viaja conmigo, mi novia y todos me acompañan. Me cambió la vida, encontré algo que me gusta era medio desorejado antes y no tenia nada para hacer los fines de semana, el deporte te educa y te orienta, trabajas durante la semana para la carrera del fin de semana” dijo el pibe con la sabiduría de los años.
“Se lo recomiendo a los chicos que se sumen, cuanto más seamos mejor. Ahora me gustaría subir de categoría al 110 libres para hacerlo el año próximo y después al 200 cm3 que es más costosa por los motores, no tenés techo siempre podés seguir creciendo, pero este es mi primer año asi que pienso con tranquilidad el futuro”.
