Roberto Maiza es un torbellino, como una gran bola de nieve imparable. Llega apurado, habla de corrido, casi no mete pausas y transmite una sensación
Roberto Maiza es un torbellino, como una gran bola de nieve imparable. Llega apurado, habla de corrido, casi no mete pausas y transmite una sensación de estar siempre acelerado. Dice que de chico era hiperactivo, aunque hace 50 años cuando cursaba en las viejas aulas del Colegio Politécnico no existía ese diagnóstico.
Desde muy chico nació su pasión por la música que hoy a los 62 años tiene como prioridad en su agenda que no le da tregua. Fue en aquellos años cuando nació “el sueño de barrilete”. Esa canción de Eladia Blázquez es la que más le gusta cantar, quizás porque lo identifica, es la que en su letra comienza diciendo “Desde chico ya tenía en el mirar/Esa loca fantasía de soñar”.
“El Politécnico era una escuela de avanzada porque teníamos títeres, teatro, taxidermia y muchas cosas más, es verdad que recaíamos ahí los que teníamos algunos problemas de conducta” recuerda y se ríe durante una entrevista con FM Tiempo.
Contó que de chico hacía varias cosas de manera simultánea. Acompañaba y ayudaba a su madre como cocinera del Centro Educativo Complementario donde también hacía la tarea. En los veranos trabajaba de panadero con la familia Andrade. Trabajó en Magar (ferretería), terminó el secundario Nocturno y a los 18 comenzó a trabajar en la distribuidora de la familia Leompar donde estuvo casi 30 años.
Su relación con la música comenzó de muy chico. “La familia Ripamontti que eran amigos nuestros tenían un winco en el que escuchábamos Palito Ortega. Mi hermano un día puso Nino Bravo y eso nos cambió la cabeza en la música fue mi primer encantamiento”.
Pero ese encantamiento debió esperar años hasta que decidió dedicarse de lleno. Recién a los 50 años comenzó a tomar clases con el gran maestro Dario González y no paró más. Estuvo en Che mixtura y hoy participa en las agrupaciones Tangos Grosos, Yapai (folclore) Dacapo y la Orquesta de Guitarras con Martín Díaz.
“Para mí la música es algo prioritario hoy tengo la suerte de tener varias agrupaciones y es algo fundamental, en mi casa siempre estoy con música y no concibo la vida sin música no entiendo a la gente que no le da importancia si supieran lo que se pierden. La vida con música se ve de otra manera”.
Días pasados ganó la etapa local de los Torneos Abuelos Bonaerenses en canción con la interpretación de Sueño de Barrilete que es la que más le gusta cantar y ¿por qué? “porque habla de sueños que uno tiene en la vida y que no lo puede desarrollar porque tenes que cumplir con la sociedad y las obligaciones y sin embargo todos merecemos soñar y poder disfrutar” dice el Gordo.