A los 79 años Roberto Pin Llanesa reflexiona que la parábola de su vida era una crónica anunciada porque en su familia la música e
A los 79 años Roberto Pin Llanesa reflexiona que la parábola de su vida era una crónica anunciada porque en su familia la música era la materia prima que alimentaba el alma. Su padre y sus tíos eran músicos de excelencia y el camino entonces estaba alfombrado hacia ese destino. Lo suyo es su capacidad de aprendizaje y de escribir algunas de las páginas más gloriosas de la música vernácula.
No es exagerada es afirmación si se menciona que “Pin” (otra herencia de su padre, el apodo) integró la formación fundadora de “Los Meteoros” considerada como la primera banda de rock trenquelauquense y más tarde también formó “El cuarteto Palmeras” otra página gloriosa de nuestros músicos.
En una entrevista con FM Tiempo y www.oesteba.com.ar Pin contó que de chico escuchaba mucha música en la radio Colo Colo, que a los 15 años ya formaba una agrupación, que aprendió a tocar guitarras con un profesor y que con un grupo de amigos formaron Los Meteoros antes de los años 60 con fuerte influencia del naciente rock americano y Elvis Presley.
“Antes no existía el dj entonces como banda tocábamos 70 u 80 canciones en toda la noche”. Cuando se desarmó Los Meteoros ingresó a American Jazz que fue una gran orquesta local de bailes muy tradicional y también con rango de legenda y luego llegó El Cuarteto Palmeras que “fue la mejor época, tocábamos mucho en la provincia de La Pampa”, esa tradicional agrupación la integró junto a Orozco, Orsetti y Buffarini.
Sus conocimientos en electrónica le significaron su fuente de ingresos. “Un día un amigo me dijo que armara un equipo de DJ porque era el auge de las tertulias creo que fui el primer dj particular porque los otros eran empleados de boliches, yo tenía un equipo propio y lo llevaba a los clubes tuve trabajando 15 años y entre otros trabajaron para mi en casamientos, cumpleaños, etc. el Oso Sánchez y Marcelo Rey”. Después hizo sonido para grupos musicales. También se dedicó a la digitalización de sonido e imagen analógica, algo que aún realiza.
Lo último que hizo como músico fue “Reunión de viejos” con Gabriel Dambruoso y Paco García, y antes de la pandemia dejó de tocar.
“Ahora soy un rey en mi casa mirando Netflix los fines de semana, me gustan las películas de vaquero. Ya no quiero seguir, fueron 57 años en la noche”. Dice que siente el reconocimiento de la gente y que la música “para mi es parte de mi vida, me dio todo”.
Tiene un estudio de grabación en su casa en el que grabaron grandes artistas hasta los Indios Tacunau y tiene colecciones de músicos locales. Todo un símbolo de la música trenquelauquense.