Tiene un museo natural en su casa, con más de 1500 piezas arqueológicas, fósiles y fauna

El gran plan de vacaciones en su infancia para Cristian Collado era caminar la playa, recorrer senderos y montañas, para colectar piezas históricas y naturales. Esa pasión lo acompañó toda la vida y ahora a los 36 años cuenta con su propio museo con más de 1500 piezas muchas de ellas diversas, extrañas y exclusivas.
Collado es trenquelauquense y trabaja en un supermercado de Trenque Lauquen. Su pasión, su hobby, lo asume en momentos libres. En la cadena de lagunas locales, sobre todo en Loma Alta, realiza tareas de campo para sus hallazgos, algunos de ellos han llamado la atención incluso del Museo de Ciencias Naturales de La Plata que viajaron para conocer sus “tesoros”. Ahora quiere abrirlo al público, que lo visiten las escuelas y que su conocimiento se difunda. No recibe subsidios ni ayuda de ningún tipo, todo es iniciativa suya.
“Es una colección dedicada a la naturaleza en general, tengo especímenes algunos conservados en alcohol, también fósiles, minerales y caracoles”, contó en el inicio. Este interés “nació de muy chico, cuando me iba de vacaciones colectaba piedritas, caracoles, distintas muestras y soy muy curioso sobre el pasado. Siempre colecté cosas y las tengo aún”.
En una entrevista con FM Tiempo, dijo además: “Me gusta mucho conocer sobre la cultura de los pueblos originarios y mi abuelo me regaló boleadoras que encontró aquí en la zona rural se supone que tienen 200 años antes de la conquista del desierto, incluso tiene la línea donde iba agarrada la cuerda”.
Hasta no hace tanto tiempo, tenía todo su material guardado en cajas “hasta que hice el garaje y lo tomé para el museo, le coloqué iluminación, estanterías y despegó la colección”.
Un de las primeras visitas importantes fue “hace un mes del museo de ciencias naturales de La Plata, porque recorriendo una laguna encontré una plaquita de pichi ciego que es un animal de la familia de la mulita y el peludo. No se sabe en qué categoría está de peligro de extinción esa especie estuvo aquí como el Ñandú y la urbanización los va recluyendo, cuando lo publiqué me contactó un especialista y me dijo que no estaba presente la especie en esta zona entonces viajaron para conocerlo. Me invitaron al museo, conozco muchos museos cuando me voy de vacaciones voy a conocer los museos en la costa y en Bariloche”.
Con su trabajo colabora con distintos museos “porque estas cosas no son mías, son patrimonio histórico y están a disposición de quien lo esté estudiando”.
Entre sus cosas además tiene en exhibición huevos de ñandú de 6 mil años “es muy difícil de conservar encontré dos en perfecto estado y mineralizados que tenían un agujerito muy chico, perfecto cilíndrico, no pudo haber sido realizado por un depredador, lo que me dijeron que eran reservorio de agua indígena que le ponían un tapón de cera y lo guardaban para tiempos de sequía. Las búsquedas se centran en las lagunas fundamentalmente en loma alta donde ya se sabe que tiene 7500 años de poblamiento humano”.
Las visitas a campo “se hacen cuando puedo porque trabajo, tengo hijos” contó. “Hace poco encontré una pieza de cerámica inédita entre dos huellas de camionetas, es inédita porque tenía relieves algo extraño en esta zona porque la cerámica era lisa”. También encontró un caracol de profundidad que es de mar “nos decían que son cosas de intercambio de aquellos años. Se sabe que hubo intercambio porque las herramientas líticas que utilizaban las intercambian con otras poblaciones de sierra de la venta o lugares con piedra porque aquí no había”.
La laguna “tiene mucha historia, encontré piezas de megafauna que son los grandes animales que vivieron hace más de 10 mil años”. Entre los animales vivos tiene uno que le regalaron “un caracol que es el segundo más grande del mundo y es nativo nuestro”. Para los que quieran conocerlo deben contactarlo por Instagram a la cuenta Museo Natural.