Walter Garay, la historia en primera persona de un trenquelauquense ex combatiente de Malvinas

La historia de Walter Garay, un vecino de Trenque Lauquen que combatió en la guerra de Malvinas es quizás la menos conocida de todos los héroes locales que participaron de la contienda bélica de la que mañana se cumplirán 41 años. Es que la suya, es una parábola con particularidades…

La historia de Walter Garay, un vecino de Trenque Lauquen que combatió en la guerra de Malvinas es quizás la menos conocida de todos los héroes locales que participaron de la contienda bélica de la que mañana se cumplirán 41 años. Es que la suya, es una parábola con particularidades que es necesario subrayar.
La primera es que Garay que hoy tiene 64 años, no era un colimba cuando en 1982 lo llamaron para la guerra, sino un militar de carrera que hacía 2 años se había recibido dentro de la Fuerza Aérea. Y la segunda es que se fue de la ciudad en 1977, para estudiar en el Ejército y no volvió más hasta el año 2020 cuando se retiró como Comodoro.
Esta semana estuvo en FM Tiempo 91.5 Mhz hablando de las memorias de Malvinas. Pero primero lo primero, su pasado en Trenque Lauquen. “Hice la escuela primera en la Escuela 1 y en Primera Junta porque mi padre y mi madre eran ferroviarios allí, luego volví para hacer el secundario en el Di Gerónimo y en 1977 me fui a estudiar al Ejército y no volví más a la ciudad. Quería ser oficial de la fuerza aérea, aunque no había tradición familiar no sé de dónde surgió eso en mí. Nos incorporamos 300 sobre 4 mil inscriptos y me quedé en el escalafón general”. Egresó en 1980 y ya era un soldado con 2 años de antigüedad destinado a Mar del Plata cuando se declaró la guerra.
“Era apto para el combate de acuerdo al entrenamiento y quería ir, le pedí a mi jefe que me incluyera y llegue a la isla el 7 de abril. Estuve allí hasta el último día del rendimiento, caí preso junto a los demás hasta que nos trajeron. Quería ir a Malvinas porque estaba preparado y es como alguien que se recibe y quiere hacer su primera práctica. Nadie sabía qué nos íbamos a encontrar y nadie estaba preparado”, recordó en la entrevista radial.
MEMORIAS DE MALVINAS
Como pertenecía a la Fuerza Aérea y no era piloto “estaba con un compañero, una pareja de combate. Tenía un misil anti aéreo que nos había donado Perú de 100 milimetros. Nos llevaban y nos dejaban en un lugar estratégico escondidos esperando que pase un avión enemigo. Estábamos ahí todo el día. Pensaba en mis viejos, yo no tenía esposa ni hijos en ese momento, pensaba en mis padres que ordeñaban vacas para que nosotros pudiéramos estudiar”.
Contó que pasaban días escondidos en esos pozos y que su división estaba integrada por profesionales entonces no tenía casi relación con los soldados colimbas que son los que peor la la pasaron allí por la falta de tiempo de instrucción y también remarcó que en ese lugar no pasaron hambre como sí le ocurrió a otros soldados.
“Todos quedamos muy afectados. No creo que haya tenido lo que se denomina el estrés post traumático, le tendrían que preguntar a mi señora. A mi me ayudó mucho no tener familia en ese momento, pero tenía compañeros con esposa e hijos que habían dejado en su casa, algunos de ellos nunca regresaron. Para los que éramos solteros era más fácil”.
Destinó un capítulo especial para reafirmar el concepto de destreza de la Fuerza Aérea “no tengan duda de la destreza y valentía de los pilotos argentinos. Hacían restablecimiento en vuelo dentro del mar, traían aviones chupados para que pudieran aterrizar porque tenían tantos agujeros en el tanque que no podía recargar. Había mucha diferencia de tecnología y logística de guerra. Allí conocimos los aviones que se podían detener en el aire, tenían misiles que podían lanzar contra rumbo, en el caso nuestro los pilotos debían ponerse en la cola del otro avión para poder disparar. Si bien fue notoria la diferencia, la mayor pérdida del Reino Unido luego de la segunda guerra fue en Malvinas. El día anterior al hundimiento del Belgrano le hundimos un buque y le derribamos 2 aviones. Los pilotos argentinos volaban al ras del agua para evitar los radares, volaban con los limpiarabrisas encendidos permanentemente”.
El día de la rendición “tuvimos que romper el armamento, de los misiles y cañones. Y fuimos a Puerto Argentino”.
LAS MARCAS DE LA GUERRA
Garay tiene hoy 64 años y 5 hijos. “Siempre sos militar y siempre soy un combatiente de Malvinas, y los chicos de Trenque Lauquen que hoy tienen 60 años siempre serán soldados. Los argentinos siempre juramos por todo y no cumplimos nada, nosotros juramos defender la bandera hasta perder la vida, y los trenquelauqeunses que estuvieron ahí juraron y pusieron el cuero. El de arriba se llevó los mejores, yo tengo un gran respeto por ellos siguen siendo soldados, se tiraron al agua helada en el medio del océano de noche, Martin Toledo es de los primeros soldados que llegó a Malvinas y estuvo 50 días viviendo en un pozo, no son chicos” dijo y reivindicó la tarea de los vecinos que estuvieron allí.
Su carrera militar, tras Malvinas, siguió en CABA, Córdoba, Mar del Plata, y las bases antárticas Marambio y Matienzo, hasta que se jubiló hace 2 años.
“Me encanta Trenque Lauquen pero no tengo querencia, estuve 44 años afuera” dijo.
“A Malvinas nunca volvi”, agregó en otro tramo de la entrevista “mis hijos me piden que vuelva y ahora quizás lo haga, no me sentía preparado para volver, pero quizás lo hagamos en familia. Tengo 5 hijos y todos quieren que vaya”.
-¿Qué significa el tatuaje que tenes en la mano?
-FAA 0730 son los últimos 4 números del fusil que usé en Malvinas y que enterré antes que me tomaran prisionero, mis hijos y mi señora también lo tienen tatuado. No sé por qué pero siempre me acordé el número de fusil. El fusil toma tu olor, estás todo el día con él, dormís con él. Un día mis hijos vinieron y me mostraron los 4 tatuajes así que tuve que tomar coraje y lo hicimos con mi señora también.
-Hoy los ex combatientes son héroes, pero no siempre fue así ¿cómo fue el regreso?
-Después de la guerra nadie nos llamaba, ningún periodista me hacía notas y las maestras no llamaban para dar charlas en las escuelas, eso cambió en el último tiempo por eso yo siento la obligación de ir a las escuelas y hablar para contar nuestra historia, la mía y la de los trenquelauquenses, nosotros podemos decir qué pasó allá.

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