El desafío de educar en la ruralidad: 75 años de historia en la Escuela N° 27

En el corazón del campo, rodeada de alambrados, caminos de tierra y el silencio de la llanura, la Escuela Primaria N° 27 “Fray Luis Beltrán” celebró sus 75 años de vida. Una historia que no solo habla de educación, sino también de comunidad, compromiso y pertenencia. En ese marco, Rocío Novero, su directora desde 2017, y Pilar Peñaloza, hablaron en una entrevista con Canal 12 sobre esta institución rural.
“Desde hace ocho años tengo el privilegio de trabajar en esta escuela”, cuenta Rocío con emoción. “Cuando llegué, me encontré con una comunidad que me recibió con los brazos abiertos: las familias, los alumnos y los dueños de la estancia donde está ubicada la escuela. Somos una gran familia”.
La EP N° 27 funciona dentro de una estancia, y esa particularidad marca su identidad. “La relación con la estancia es total. Siempre digo que trabajar en una escuela rural, y más aún en esta, es ser parte de una familia unida. Todos pensamos en la institución y en la educación”, afirma la directora.
CUATRO ALUMNOS, MIL APRENDIZAJES
Actualmente, la matrícula es de solo cuatro estudiantes. “La mayor cantidad que tuve en estos años fue cinco”, señala Rocío. Sin embargo, la baja cantidad de alumnos no es un obstáculo, sino una oportunidad: “La enseñanza es mucho más personalizada. Se pueden hacer cosas que en una escuela urbana, por la cantidad de chicos, no se podrían”.
La escuela cuenta con docentes especiales de educación física, artística e inglés, y mantiene una jornada de 13 a 18 horas. “Somos una familia también en el aula. Compartimos todo, desde el aprendizaje hasta los recreos”, dice Rocío.
LA VOZ DE PILAR
Pilar Peñaloza es una de las alumnas. Vive cerca de la escuela y llega caminando, acompañada por su mamá. “Lo que más me gusta es salir afuera en los recreos”, dice con una sonrisa. Juega en las hamacas o con los materiales de educación física. Su materia favorita es matemática: “Me gustan los números”, explica en la entrevista televisiva.
Durante el acto por el 75° aniversario, Rocío recordó con emoción a María del Carmen Legris de Costa, fundadora de la escuela y dueña de la estancia. “Ella me recibió cuando llegué y me enseñó muchísimo, no solo en lo profesional, sino en lo humano. Hoy no está físicamente, pero su presencia se siente en cada rincón”.
La celebración fue un momento de reencuentro y gratitud. “No esperaba tanto acompañamiento. Estoy profundamente agradecida con todos los que nos acompañaron”, concluye Rocío.