Fortín Olavarría, el futuro llegó

Fortín Olavarría, el futuro llegó

Un grupo de chicos sentados en un banco de la plaza principal cuentan sus andanzas, alguna historia que el viento de agosto seguramente intentará hace

Un grupo de chicos sentados en un banco de la plaza principal cuentan sus andanzas, alguna historia que el viento de agosto seguramente intentará hacer volar. Dos perros descansan a la sombra, y una música en tono de reguetón se escucha por las ventanas abiertas del Club Racing. Todo pasa en pocos metros, en el centro de Fortín Olavarría a la hora de la siesta de un miércoles.

Fortín Olavarría es una localidad del distrito de Rivadavia. Se calcula que viven mil personas, y tiene todas las características de las pequeñas ciudades de nuestra región: las bicicletas aún se estacionan en la vereda sin candado, los vecinos se saludan, todos saben sus nombres y hasta miran con detenimiento cuando captan que un rostro no es del lugar y a la hora de la siesta no vuela una mosca.

Pero es una ciudad que no para de crecer. Algunas ventajas comparativas de su geografía la ponen en un lugar de privilegio: está ubicada a la vera de la ruta 33 y a dos pasos de la ciudad cabecera, América; y a otros dos de Trenque Lauquen. Además, se llevan adelante una serie de obras y se anunció el inicio de la obra de tendido eléctrico que vienen reclamando hace 30 años, parece que el viento se pone de cola para los fortinenses porque si el servicio eléctrico fuera más estable y en mejores condiciones seguramente se radicarán más empresas, habrá más mano de obra ocupada y más pujanza.

Con todas esas cosas se entusiasma Fabio Aurnague, un técnico en Informática que dejó las computadoras para hacerse cargo de la delegación del pueblo. Se sabe que un delegado es especialista en cloacas, agua, lluvia, inundaciones, economía y ramos generales, y ahí anda poniendo el pecho este docente que fue elegido por el voto popular de sus vecinos.

“Siempre me gustó la gestión pública, me encanta” dice Fabio que ya tiene el mate preparado y un sentido de la hospitalidad como mandan los manuales de nuestra zona.  A lo largo de la charla hablará largo y tendido de Sergio Buil y Javier Reynoso, de su equipo de trabajo y todo el personal municipal.

“Este es un pueblo muy bonito, soy fanático de la naturaleza verde y si hay algo que lo de que lo distingue a Fortín Olavarría es el verde de su traza; es como La Plata está trazado por diagonales que convergen en la plaza principal” dice. Se sabe que la capital bonaerense es la gran obra maestra de la planificación urbana.

“Es un trazo muy lindo es un pueblo muy pintoresco con gente muy sana bien de pueblo solidaria con ganas de participar en este momento que estamos pasando. Ya se nos viene una nueva edición del presupuesto participativo y entre las instituciones y los grupos de vecinos hay 11 proyectos para el pueblo”, señala el delegado.

Recordó el trago amargo de las inundaciones “la gente se unió e hicimos trabajos de contención” pero prefiere mirar para adelante “siempre queremos que los jóvenes vuelvan, estamos sobre la ruta y cerca de la ciudad cabecera y de Trenque Lauquen donde muchos estudian. Ojalá vuelvan porque el pueblo los necesita. Yo sé que vivo en un pueblo con mucho futuro, lo estamos logrando”, sostiene.

Destacó las obras en marcha y las que se anunciaron “a través de la provincia una obra que se esperó durante 30 años que es el ramal eléctrico porque la línea actual está muy deteriorada y bueno siempre hay problemas de consumo. Esta línea nueva traería el beneficio para que se puede instalar alguna industria y generar un movimiento mayor en el pueblo”.