-Si viene alguien de otra ciudad y pregunta qué es Quejas Trenque Lauquen, ¿qué le decís? -(se toma unos segundos) Una ayuda para la ge
-Si viene alguien de otra ciudad y pregunta qué es Quejas Trenque Lauquen, ¿qué le decís?
-(se toma unos segundos) Una ayuda para la gente más necesitada, donde la gente pueda acudir si no encuentra respuestas en otro lado. Nosotros hacemos el contacto, unimos la gente que tiene una necesidad con alguien que pueda darle una respuesta.
La que responde es Analía “Colo” Fernández a Oeste BA. No es funcionaria de ningún organismo ni asistente social ni política en campaña, y no habla en representación de ninguna institución, sino de un espacio virtual. Es una empleada municipal que como muchos hace malabares para llegar a fines de mes, y el espacio que conduce junto a su hermano, Sergio, es un grupo de Facebook.
Quejas Trenque Lauquen es un fenómeno comunicacional en sí mismo. Con casi 21 mil usuarios tienen el 90% de las cuentas registradas en Trenque Lauquen por la red social más importante del mundo, y es un sitio en el que los que participan pueden debatir y opinar sobre el aborto o los perros callejeros, pedir por una llave extraviada, solicitar prestado un nebulizador o vincularse para asistir al que la está pasando mal.
Este fenómeno inagotable tiene además una variable en la construcción del periodismo comunitario en aspectos en los que los mismos vecinos construyen la noticia cuando por ejemplo uno de ellos postea que sonó la sirena de los bomberos y con distintas intervenciones van reconstruyendo el hecho mucho antes que lo hagan los medios periodísticos.
Toda esta ingeniería y maquinaria por la que más de un político se relamería está a cargo de dos hermanos, los Fernández, que son empleados municipales. De origen humilde, entendieron que esa fortaleza que habían adquirido en la red debían volcarla para ayudar a la gente y entonces Quejas dejó de ser un espacio de sólo crítica y denuncia para convertirse en un sitio del tercer sector, el voluntariado, la solidaridad, pero en formato 2.0.
“Muchos dicen que nosotros no nos damos cuenta de lo que lo logramos y tenemos, pero nosotros no queremos nada. Ni publicidad, ni plata, sólo poder dar una mano” dice Sergio que por las tardes es jardinero, corta el pasto y poda árboles en domicilios particulares. A la “Colo” se la puede ver en el colectivo de la Casa del Niño.
Pero todo esto tuvo un principio y fue en el año 2013. El grupo ya existía pero la administradora pidió ser reemplazada y tomó la batuta la “Colo” como quiere que la llamen y no por su nombre. En aquel momento Quejas tenía 200 usuarios. Comenzó a crecer rápido recuerda, pero a fuerza “de escraches y nosotros teníamos muchos problemas y no nos gustaba así. Decidimos que teníamos que darle un vuelco, y pedir un uso más responsable de la red social. No sabíamos cómo manejarlo en un principio”, admiten.
Y algo cambió la suerte de todos en el grupo. Sergio que era empleado del frigorífico Indio Pampa la pasó mal “comía de lo que la gente me donaba” y entendió que debía ayudar “cuando publicamos la primera ayuda, entendimos que se venía la etapa social de la página”.
“Nunca nos dimos cuenta del crecimiento y mucha gente nos dice ‘no saben lo que tienen’”. En ese sitio los vecinos interactúan sobre distintos temas, algunos de menor envergadura y otros de fondo como el aborto o la pintura de un mural con la cara de Santiago Maldonado en el Parque que registró 1500 comentarios, increíble. “La gente hace la página, ellos son los que consultan, se preguntan y se responden”.
El año de mayor ayuda social fue el 2018 “porque la gente la pasó mal, fue un invierno terrible. Nosotros publicamos una necesidad y en 5 minutos alguien le acerca una solución”.
-¿Cómo surgió lo de entregar garrafas gratis en el invierno?
-Un vecino nos donó 20 garrafas y nosotros decidimos pedirle a la gente que sume más plata para comprar más, me llevaban las garrafas vacías a mi casa y yo iba a comprarlas. La primera entrega fueron 20, luego 50, 60 y llegamos a entregar 200 y 300.
En el 2018 cambiamos por el ticket porque para nosotros era mucho trabajo ir a buscar esa cantidad. Cuando iban a mi casa se me caían las lágrimas, venían madres en bicicletas con sus chiquitos lloviendo a buscar una garrafa, eso te mata.
Los administradores del grupo admiten que la ayuda social y las historias personales son duras y que no siempre están preparados para todas “un día fuimos a la casa de una señora que estaban comiendo pan duro y agua sin luz en la calle. No nos preguntamos por qué lo hacemos. No sacamos un peso y no hacemos publicidad”.
Por el grupo se piden alimentos, camas, colchones y distinta ayuda “hemos hecho rifas, la más grande fue por Mili, vendimos 1000 números y nos donaron todos los premios” pero no todos los que piden por privado llegan a ser publicados “ayudamos casos especiales no todos, no podemos dar respuesta a todos los que necesitan, no podemos hacer más. Tampoco juzgamos a la gente, alguna vez la gente nos dice que a algunos no hay que ayudarlos por tal cosa, pero nosotros no pensamos en nada de eso, si se necesita y podemos vamos a dar una mano”.
Sobre las quejas y reclamos dijeron que no hay filtros, sólo las que involucran cuestiones personales o tienen agravios y la pertenencia de los usuarios es tal que hay vecinos que “mandan mensajes a la madrugada preguntando por qué sonó la sirena de los bomberos o pidiendo que le ayuden por ruidos molestos en el barrio”.
Todo ese movimiento es mirado de reojo por los políticos, eso es innegable, muchos bucean allí en las quejas y reclamos para ser luego el portavoz de esos pedidos. “A mi me ofrecieron ser concejal y plata para la página web”, dijo Sergio. “Antes –siguió- me gustaba la política, no entiendo mucho, me gusta debatir. Soy peronista, y soy un agradecido a Miguel Fernández por la oportunidad laboral, pero no quiere decir que voy a estar con Miguel. Nosotros compartimos y publicamos de todos los partidos, siempre compartimos cosas de la Municipalidad y este año que es un año electoral muchos se ponen nerviosos. Igual la página siempre tiene quejas de la Municipalidad, los terrenos, el pasto, el hospital, los caños rotos, los perros, muchas cosas la gente critica de la Municipalidad”.
Cuando se les pregunta por el futuro dicen que no lo tienen muy analizado aún. Saben que Facebook es la red social que deja de crecer y que muchos usuarios se volcarán a Instagram u otras plataformas. “No sabemos si vamos a poder sostenerlo en estos términos, me gustaría que la gente entendiera que no podemos ayudar tanto como muchos pretenden”.
Entonces volvemos a la pregunta inicial: “Nosotros hacemos el contacto, unimos la gente que tiene una necesidad con alguien que pueda darle una respuesta, pero está claro que no podemos solucionar el problema de fondo, es para salir del apuro. Más no podemos hacer, más herramientas no tenemos”.
Por eso aclaran que “Quejas es de la gente. Cuando recibimos el premio del diario La Opinión dijimos eso que es de al gente, sin los vecinos nosotros no podemos ayudar, nosotros también vivimos al día no nos sobra nada”. Señalaron que les sorprendió el premio “fue un reconocimiento y es importante porque es el diario. Siempre el diario tuvo un buen trato hacia nosotros y toma algunos temas que hemos tratado”.
El año pasado hicieron una transmisión en vivo para reunir 30 cajas navideñas y otra para asistir una vivienda incendiada, llevando al límite los beneficios tecnológicos en este formato. “Muchas veces nos han querido pagar para hacer cosas en la página y no quisimos. Somos felices haciendo esto y teniendo el afecto de la gente, muchos nos abrazan como que les resolvimos los problemas, nosotros somos gente de barrio, esto que hacemos es lo que queremos hacer”.