Por: Leticia Badino Especial para Oeste Ba Hace exactamente un año caíamos, de a montones, en una plaza caliente. Una marea humana dificultaba
Por: Leticia Badino
Especial para Oeste Ba
Hace exactamente un año caíamos, de a montones, en una plaza caliente. Una marea humana dificultaba la llegada a las canillas. Sentarse en algún espacio vacío era un sueño.
Horas parados con el sol cayendo sobre miles y miles de cabezas felices, y cansadas, que habían llevado a esa plaza maravillosa, el resto de la energía que da la dignidad de la resistencia.
Ahí estaba todo lo que nos quedaba después de cuatro años de haber manoteado latigazos para que no nos cayeran de lleno sobre el lomo, o sobre el lomo de alguna compañera o compañero.
Entonces estar ahí, bajo el sol furioso de diciembre era la celebración de todo lo que cada une había acumulado de combate y resistencia. De frustración y tristeza. De 4 años de mierda para todas y todos los que no tenemos más que fuerza, y empuje. Y amor colectivo.
Y como si el universo supiera que somos peronistas, al desastre económico y social que significó tener a un empresario medio pelo en la Presidencia, se le sumó una pandemia mundial que desafió la capacidad de gestión y creatividad de un gobierno que apenas hizo tiempo de asumir.
Así, como bien señaló Cristina, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo se abocaron a la tarea titánica de comenzar a inclinar nuevamente la balanza a favor de trabajadoras y trabajadores, protegiendo, con lo que había y lo que se pudo generar, a los sectores más vulnerados por la ambición de Cambiemos y su puñado de empresarios aliados. Por el virus.
En otra cosa anduvo y anda el Poder Judicial. Pero de eso también ya habló Cristina, con la claridad que la caracteriza y el coraje que le sobra.
Entonces estamos acá, a un año de esa plaza caliente. Atravesando un momento histórico inédito.
Tensionando, desde donde nos toca estar. Acompañando. Volviéndonos a parir.
Porque estamos hechos de empuje y resistencia. Y así vamos a seguir volviendo.
Hasta que todo sea como lo soñamos.