Germán Lauro es un hombre sin tiempo. No es una metáfora de lo eterno, aunque bien podríamos denominarlo así también, es un hecho real. Entre los entr
Germán Lauro es un hombre sin tiempo. No es una metáfora de lo eterno, aunque bien podríamos denominarlo así también, es un hecho real. Entre los entrenamientos, los compromisos con sponsors, sus horas de estudio y sus actividades personales cuesta encontrar 15 minutos para acordar esta entrevista que viene dilatándose en los últimos días.
Pero en esencia este gigante de más de 100 kilos nunca dejó de ser un chico de pueblo. Entonces no se embarcará para pasar año nuevo fuera de la ciudad sin antes levantar el teléfono y acordar el encuentro periodístico sin intermediarios, sin agentes de prensa, sin comunity manager ni nada por el estilo. Llama y acuerda “en 15 minutos nos encontramos”. La charla girará mucho sobre el pasado, de los 20 años de trayectoria, pero más de futuro, porque a los 34 años sabe que el tiempo por venir en la alta competencia es acotado y dice que comienza a hacerse la idea del retiro.
Lauro es el deportista de la era moderna más importante de Trenque Lauquen. Un atleta olímpico de los top ten; una estrella para los sponsors y la prensa nacional pero en el fondo, y volvemos sobre el concepto, nunca dejó de ser un chico de pueblo. Por eso, si bien se mueve como pez en el agua en la Gran Manzana neoyorquina o en los Campos Eliseos parisinos, a Germán nunca dejamos de verlo en la cola del banco, en la caja del supermercado, acompañando algún emprendimiento nuevo, poniendo su rostro o nombre para todo tipo de campaña solidaria o de bien público, siendo el embajador más importante de nuestro distrito.
Todo esto voy pensando camino a su casa, donde vive junto a sus padres cuando está en Trenque Lauquen. El mismo lugar donde lo entrevistaban cuando a finales de la década del 90 vendía pollos para pagarse los viajes para competir. 20 años después, alguna que otra final de juegos olímpicos encima y docenas de medallas colgadas de cuello, Germán abre la misma puerta.
-¿Cómo cerrás el año?
-Un año complicado y atípico porque casi no tuve competencia. Después de la operación tuve este 2018 casi sabático, la idea era empezar después de agosto pero una vieja lesión de rodillas me complicó y sólo pude tener una competición en el plano formal. Hubo que parar y volver a recuperar la rodilla. Después de 20 años me pasan facturas los años, tanto tiempo de entrenamiento se acumuló y a veces esto pasa, he llegado a esta edad bastante sano pero se dificultan las lesiones.
-Con este presente ¿cómo mirás el 2019?
-Hay tres competencias importantes para nosotros el sudamericano, el panamericano y el mundial. Sería bueno poder estar en las tres, pero hay que ver cómo responde el cuerpo, hemos tenido que modificar varias cosas para poder llegar.
-¿En qué instancia de tu carrera estás?
-Estamos en el final, estoy contando los últimos días. Este año sufrí mucho por las lesiones, para cualquier deportista enfrentar lesiones es algo que se sufre. Querés volver y aparece otra lesión y se hace complicado.
Tengo 34 años. Era el más chico cuando empecé en el plano internacional y hoy soy el más grande. La mayoría de los atletas de alto nivel tienen menos de 28 años y eso se nota. Hoy la recuperación es más larga, no puedo entrenar de la misma manera que antes y vamos tratando de acomodarnos para hacerlo de la mejor manera posible.
-Cuando miras para atrás ¿qué ves?
-En marzo serán 21 años. Se me pasaron volando, son un montón de recuerdos y más de la mitad de vida dedicada al deporte. Uno se va preparando para cuando tiene que dejar, vas viendo eso que hay menos tiempo adelante y más pasado. Al ser uno de los más viejos, ves que muchos se retiraron y la fecha se va acercando.
-En esta etapa de tu carrera ¿cómo está la relación con tu ciudad?
-El deporte me dio un nombre y un reconocimiento que fui adquiriendo a través de obtener logros. Mi relación con Trenque Lauquen siempre fue la misma, soy un poco más conocido nada más. Yo me siento cómodo en mi ciudad, nunca me sentí diferente a nadie yendo al banco, al supermercado o cualquier lugar. Mi vida cotidiana nunca cambió.
-Siempre hablás de Trenque Lauquen, en cualquier lugar del mundo donde estés.
-Es una ciudad que a mi me gusta. El que tuvo la suerte de viajar lo puede notar. Tener una ciudad modelo no es fácil. Uno siempre tiene algo para hablar de Trenque Lauquen, sentimos orgullo por las cosas positivas y el crecimiento de estos últimos 30 años. Tuve la suerte de conocer gente de afuera que se radicó en la ciudad y está maravillada.
La ciudad a mi me dio mucha alegría, hay gente que vio mis 20 años de carrera. El día que volvimos con Carlos Llera de los Juegos Olímpicos 2012 mucha gente nos estuvo esperando, hay gente que nos acompaña desde que vendíamos pollo en el CEF y muchos sin saber colaboraron para que pueda llegar a unos juegos olímpicos comprando pollo, yendo a una cena beneficio.
-Creo que la gente rescata que sos el mismo chico de pueblo que vendía pollos en 1998 aunque hayas ganado muchos premios.
-Siempre traté de ser el mismo, siempre acá estuve cómodo. No tuve que inventar un personaje, siempre me mantuve en el mismo perfil, que sea más conocido no me hace distinto a nadie, más aún a veces me da vergüenza que todos me conozcan.
-¿Sentís como una presión que muchos chicos se referencian en vos?
-Está bueno sí, no es una presión eso. Una de las cosas que pudimos demostrar con Carlos es que un chico cualquiera de Trenque Lauquen pudo llegar a la final de los juegos olímpicos, y ese es el mensaje. Un chico que lo ve de afuera puede pensar “yo también puedo llegar, si éste lo hizo por qué yo no”. Nosotros queríamos mostrar eso, que un chico del interior con esfuerzo, entrenamiento y dedicación podía alcanzar esos objetivos y eso es una referencia para los chicos.
Fue una lástima que en 2002 cuando me fui de la ciudad se perdió ese grupo de jóvenes que estaba entrenando. Hoy se está rearmando y me parece muy bien.
-Antes dijiste que te estabas preparando para la despedida. Más allá de lo deportivo ¿cómo se prepara la persona para el adiós al deporte?
-Preparándome es una manera de decir, siempre es complicado en Argentina. Estoy estudiando quiero terminar la carrera de contador. Como en el 2018 no competí aproveché y adelanté materias. Tengo muchas propuestas de diferentes cosas pero no sé qué es lo que haré el día de mañana.
Tengo propuestas en lo local y en otras ciudades. Directa o indirectamente voy a seguir vinculado al deporte, no será fácil desprenderse de esto.
-Sos un referente del distrito y la gente te ve de esa manera. ¿Cuál es el deseo para estas fiestas para la comunidad?
-Le deseo a los vecinos un 2019 lo mejor posible, venimos en épocas complicadas les deseo el mejor año y hay que seguir remando y trabajando para salir adelante.
Entonces la entrevista se termina. Germán habla un poco de la ciudad, del viaje que hará, de las fiestas, de algún familiar y de esas cosas que hablamos nosotros en los pueblos, el lugar del que nunca se fue Germán Lauro.