Los tamberos de la región y un presente preocupante

Los tamberos de la región y un presente preocupante

  Entrevista a Juan Viñas Urquiza, un productor con 30 años en este sector productivo. Un nuevo capítulo de un tema conocido, la disputa por e

 

Entrevista a Juan Viñas Urquiza, un productor con 30 años en este sector productivo. Un nuevo capítulo de un tema conocido, la disputa por el valor del litro de leche.

 

Juan Viñas Urquiza es productor lechero de la región noroeste de la Provincia de Buenos Aires desde hace casi 30 años y un luchador incansable de este sector del agro que hoy, y como en varias oportunidades en los últimos años, no la pasa nada bien.

De diálogo conciso, Viñas Urquiza sabe de lo que habla y se explica desde la experiencia en una rama del campo que pareciera no encontrar su equilibrio, aquel que se perdió hace años y por el cual aún bregan los productores.

Habló sobre la actualidad de la región, dio detalles y ejemplos de lo que sucede en la actualidad, la que consideró “muy complicada y difícil”. Pero dejó un atisbo de esperanza, siempre enraizado con el costado más pujante de la lechería que con reglas claras podría aspirar a crecer y no solamente a sostenerse.

Remarcó que los productores lecheros son “tomadores de precio” y aunque algunas veces reclamen y protesten, quien pone el valor al litro de leche es la industria. Una historia que aún hoy tiene vigencia, la disputa por el costo de la leche.

Momento complejo

“Está todo dicho. Existe una frase que dice ‘las vacas comen dólares y dan pesos’ y eso es muy gráfico de lo que sucede”, comentó Viñas Urquiza en primera instancia, como para entrar en tema.

Y explicó que la mayoría de los insumos, ya sea para hacienda, maíz, un herbicida o fertilizante, se compran en moneda dura y “nosotros hemos quedado atrasados en el tiempo en los valores históricos que nos habían prometido que era alrededor de los 30  centavos de dólar”.

Luego se respondió solo a la pregunta: “¿Qué estamos haciendo en la lechería?” y dijo que “cuando se dan estos momentos devaluatorios, como la agricultura ajusta automáticamente, la ganadería ajusta más leve y la lechería más despacito que todos. Esperemos que en algún momento converjan porque si no va a ser muy crítico para mucha gente”, opinó el productor.

Asimismo, Viñas Urquiza que hace 28 años tiene tambo, indicó que en los últimos dos meses la leche subió en su valor un 5%, “o sea que estuvo por encima de la inflación y aparentemente lo mejor que tenemos es que se acomoda un poco el precio y estamos entrando en la primera y bajan un poco los costos”. Esta situación según el productor es esperada por el sector aunque aclaró que “la situación es muy complicada, hay mucha gente endeudada y los bancos no ayudan, es un momento complejo”.

Luego se refirió a la región, y dijo que “esta realidad es para todos los tamberos, a pesar de que existen diferentes modelos productivos. Estoy convencido de que cada tambero tiene su costo pero en general son elevados. Esta hoy es una actividad que no tiene renta, se complica mayormente en cuestiones financieras”.

Viñas Urquiza no es nuevo en el negocio de la lechería y recordó que “los que somos más viejos en esto la hemos pasado varias veces y en general los que estamos en el rubro siempre tenemos la esperanza de que la cosa mejore y seguimos en este porque es lo único que sabemos hacer”, reflexionó.

En torno a las afirmaciones que sostienen que quienes mejor resisten el cimbronazo son quienes producen a gran escala, el productor lechero opinó que “no es una afirmación del todo cierta” y fundamentó: “Cuanto más hacienda tenés se pueden diluir algunos costos, pero otros son más grandes. Yo pienso que la persona que tiene una estructura mediana con menos gente y menos gastos, una lechería más austera sin mucho endeudamiento en este momento la va llevando mejor –y continuó- el que produce a gran escala si tiene un bolsillo grande la va a pasar pero si lo tiene justo y requiere de muchos insumos y mucho personal tiene mucho gasto y le pesa. Es decir, el cheque que cobra es grande, pero los gastos son monstruosos”, dijo.

También hizo ver otra realidad: el tambero del noroeste provincial no es exclusivo de la lechería, sino que diversificado. “Generalmente los tamberos de la región tienen algún novillo, hacen algo de agricultura, entonces si le va mal con la leche levanta unos kilos de soja, algo de trigo, vende algún ternero gordo y redondea un ingreso bueno, pero es un productor mixto, no como en otras zonas que son tamberos y no salen de la leche”.

En los últimos 30 años, según el propio entrevistado, los precios de la leche siempre han sido oscilantes. “Son muy dependientes de la macroeconomía, en la medida que se tenga una macroeconomía estable en donde estén las dos o tres variables más importantes parejas, como el tipo de cambio, la tasa de interés y el gasto público. Es decir, que el país funcione, la actividad económica puede ir mejor”, aclaró.

Resaltó que un factor determinante de los últimos años ha sido la falta de créditos, y manifestó que “casi todas las inversiones que hemos realizado los tamberos (y todos los productores agropecuarios) han sido con el bolsillo propio. No ha habido mecanismos de financiación y eso hizo que no se pueda crecer. Se tuvo un momento importante que fue cuando se instaló La Serenísima, aunque cuando todo estalló en el 2001 se volvió a complicar”.

“Todos los movimientos económicos de los 90´s y después del 2001 a la lechería le pegó un saque, y después nos hemos crecido la lechería se mantuvo en el mismo nivel de producción en los últimos 17 años, lo que es un locura porque la actividad debe crecer. Somos menos tamberos, más vacas por tambo y la producción sigue igual, se sostiene por los productores de siempre y los que son mixtos, que utilizan a la lechería como un mecanismo financiero porque se cobra todas las semanas y además tiene una ganadería con menor riesgo climático”.

Cerró hablando de la relación del productor con la industria y aclaró que los lecheros “somos tomadores de precio”. De hecho recordó que “yo he encabezado protestas en muchas ocasiones pero hay que reflexionar y entender que somos tomadores de precio. El precio lo pone la industria”.