“Toto” Sei: “Nunca imaginé ser intendente de mi pueblo”

“Toto” Sei: “Nunca imaginé ser intendente de mi pueblo”

  La historia de Miguel Angel “Toto” Sei es de otro tiempo. Para contarla hay que pensar en blanco y negro. Pensar un tiempo en la que la pala

 

La historia de Miguel Angel “Toto” Sei es de otro tiempo. Para contarla hay que pensar en blanco y negro. Pensar un tiempo en la que la palabra era un contrato, en la que los mayores eran respetados y los más jóvenes aprendían de sus enseñanzas. Tan atrás hay que ir que hay que pensar en otro mapa regional, en la que el distrito de Tres Lomas no existía, sino que era una localidad del partido de Pellegrini.

El “Toto” Sei ocupa un lugar insoslayable en la historia regional y ampliamente destacado en la de los treslomenses. Fue el primer intendente del distrito autónomo en 1987 cuando se escindió de Pellegrini. Pero antes, este hombre que hoy se emociona hasta las lágrimas cuando habla del pasado había hecho camino como presidente del Club de sus amores Deportivo 17 y había presidido cooperativas y distintas instituciones intermedias.

Hoy lleva acuestas sus 82 años y una veintena  de anécdotas de los viejos tiempos. Dice que aprendió de los mayores y destaca la colaboración y las enseñanzas aún de sus adversarios políticos. No quiere calles ni plazas con su nombre, y a pesar de todo el camino recorrido aún no entiende cómo las vueltas de la vida llevaron a este hijo de chacareros y con sólo los estudios primarios a ese lugar privilegiado de la historia de ser intendente de su pueblo.

Para explicarlo quizás haya que ir más atrás en el tiempo aún. A la primera etapa del peronismo en nuestro país y la subdivisión de las tierras para colonos. Así la familia Sei obtuvo una chacra en la Colonia 17 de Tres Lomas. “Toto” es hijo único, y de ahí su vinculación con el sector agropecuario y al club del cual fue jugador de fútbol, ningún Messi; él mismo admite que era el primer cambio que hacía el DT y nunca completaba los 90 minutos. No brillaba con la pelota en los pies pero había iniciado un camino en la dirigencia y a los 28 años fue presidente de la entidad, un privilegio impensado en aquellos años en los que a los jóvenes no se les abrían las puertas con tanta facilidad.

Su participación comunitaria llevó a que el Partido Justicialista se fijara en él y a principios de los años 70 le propusieron ser candidato a concejal en 1973. De ahí hasta 1995, cuando dejó de ser intendente, siendo reelecto en 1991, fue una figura gravitante de la vida política de Pellegrini y Tres Lomas.

Su historia

A Sei le gusta tomar mate amargo y lo prepara antes de empezar la entrevista que se va a extender por casi media hora. ¿Dónde empieza todo? En el club. “Todo se ata a que yo desde muy joven comencé a trabajar en la comisión directiva ‘del 17’, y eso me llevó a tener contacto con mucha gente y con muchos dirigentes que algunos eran solo dirigentes de fútbol y otros con vocación política”.

A lo largo de su alocución, Sei va involucrando a distintas figuras de la historia de Tres Lomas, los recuerda y habla bien de ellos, de todos los partidos políticos y de todos dice que “ya no están”. No tiene en su voz rencores, revanchismos  ni grietas, dice que hay que alentar la participación en la política, pero ésta tiene que estar al “servicio y no contra el pueblo”.

En1973 llegó a una banca del Concejo Deliberante del por entonces partido de Pellegrini, fue presidente de bloque y había iniciado una carrera rápida que interrumpió la dictadura “si bien no podía hacer política siempre seguí trabajando en instituciones”. Con  el amanecer democrático de 1983, la UCR ganó las elecciones distritales y él volvió a ser electo concejal; en 1985 lo eligieron presidente del PJ de Pellegrini y en 1987 candidato a intendente de Tres Lomas. Todos los pronósticos daban ganador al radicalismo, por lo que su candidatura era “ir al matadero” como él lo recuerda, pero el destino le tenía reservado otro final a esa elección de 1987.

Ese año se decretó la autonomía de Tres Lomas y al resultar ganador fue electo el primer intendente del distrito nuevo. “Fue difícil arrancar un distrito nuevo, no teníamos ni asignada la coparticipación. Por suerte, teníamos como contador a Oscar Olguín que siempre fue mi amigo, había sido contador de la Municipalidad de Pellegrini entonces conocía mucha gente y nos ayudó en La Plata. Así se empezó a escribir la historia. No teníamos ni para pagar los sueldos, nos daban anticipos”.

“Fueron años difíciles pero nos quedan lindos recuerdos. No teníamos autos, teníamos muy pocas cosas, fue un desafío muy lindo. Me siento bien porque la pudimos sacar adelante. Hoy hay gente en la Municipalidad que formó Olguín que fue contador y docente administrativo”, recuerda.

“Siento el reconocimiento de la gente en la calle, 25 años después de haberme ido del Municipio los vecinos me saludan y me tratan muy bien. Me alejé de la política porque el político tiene prestigio si defiende al pueblo y hoy siento que la política ataca al pueblo”.

¿Se imagina con calles con su nombre y plazas?, le pregunté. Baja la mirada, su rostro se enrojeció y sus ojos se llenaron de lágrimas. “Nunca imaginé que sería intendente, siendo hijo de chacareros y sin estudio. Nunca lo pensé. Eso me hicieron los del club, ahí aprendí desde joven de los mayores las enseñanzas de la vida, ellos me lo transmitieron sin darse cuenta, con sus palabras.  El mejor homenaje que siento es que la gente me salude y me reconozca, que voy al club y tomo un café con mis vecinos, pero no me interesa tener una calle o una plaza. Haber llegado a donde llegué sólo con la escuela primaria ya es demasiado”.

Sei sigue emocionado, y habla de su familia, de sus afectos, de 60 años junto a su esposa, de sus hijos, nietos y la vida que le tenía reservada una parábola que él no pensó que sería realidad. Pero lo fue y ya es parte de la historia.