Si te gusta recorrer y disfrutar de los paisajes, gastronomía y costumbres de las diversas zonas de la provincia de Buenos Aires, hay varios destinos que reciben a sus visitantes con hermosas vistas y actividades. Para los fanáticos de Francisco Salamone, el oeste bonaerense está repleto de obras y leyendas que conocer.
La Subsecretaría de Turismo bonaerense recomienda seguir la huella identitaria del arquitecto y recorrer los destinos turísticos bonaerenses con edificios cargados de belleza que surgen desafiantes entre los paisajes: “su trabajo es reconocido y admirado tanto por sus habitantes como por turistas de todo el mundo que viajan a conocer su legado”.
A lo largo del todo el territorio bonaerense, Salamone ha realizar 70 creaciones edificadas en 28 ciudades y pueblos. Conocé los secretos y leyendas en torno a su obra que se destacan en el oeste de la Provincia.
En Pellegrini, el edificio Municipal cuenta con un reloj de media cara. Durante las visitas guiadas se puede subir a la torre y obtener vistas panorámicas de la ciudad. De estilo art decó monumental, el Palacio Municipal de Guaminí incluye una ornamentación pensada en detalle como los picaportes, que varían en función a las temáticas de las salas.
En el Concejo Deliberante de la ciudad bonaerense funciona una acústica perfecta y permite que en las sesiones se dialogue sin necesidad de usar micrófonos. Uno de los detalles más significativos es que con una vista completa del espacio se puede apreciar el formato de barco que representa.
La municipalidad de Villa Epecuén es monumento histórico nacional realizada por el arquitecto. Mide 40 metros, combina mampostería revocada con hormigón y reserva para el basamento un zócalo de mármol travertino. Cuenta con unas complejas combinaciones de curvas y rectas se acentúan en la torre del reloj dejando ver una estructura perfectamente detallada y singular.
Mataderos reconocidos
El matadero de Pellegrini cuenta con espacios adecuados para la faena de animales y el procesamiento de la carne y actualmente funciona como corralón municipal. Por otro lado, en Tres Lomas la edificación tiene una torre principal con cuatro láminas atravesadas por una pequeña cuchilla vertical que rompe con la simetría.
En 1936 se hizo el matadero de Salliqueló que es una de las construcciones más pequeñas diseñadas por Salamone. Se trata de una torre con formas laminares curvas y terminaciones en punta, que fue declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2014.
Villa Epecuén, el pueblo arrasado por las inundaciones que ocurrieron en 1985 y presenta uno de los mataderos más emblemáticos del arquitecto de las pampas. Con su torre expresionista y su chimenea ladrillera, el lugar fue escenario de películas y videoclips de muchos artistas.
Por su parte, el matadero de Guaminí fue edificado en 1937 con hormigón y mampostería. Se encuentra en el ingreso de la localidad y cuenta con sectores de faena, carga y carpinterías metálicas.
Plazas, cementerios y una leyenda
Entre senderos coloridos, la plaza San Martín de Pellegrini presenta luminarias, pérgolas, bancos y diseños geométricos salomónicos. El portal del cementerio posee una cruz monumental sobre su entrada. Con un perfil agropecuario, calles de tierra, casas bajas y rincones que guardan historias, el Pueblo Turístico Garré, en Guaminí, recibió un regalo de Salamone.
Allí el arquitecto obsequió una impactante escultura de Cristo al entonces intendente Juan Marcalain, que fue instalada camino al cementerio, al final de un boulevard de eucaliptos. Luego de una intensa lluvia, la escultura cayó, se le rompió uno de los brazos y fue trasladada al corralón municipal generando distintos mitos.
Existen un relato que cuenta que al llegar la figura no estaba boca abajo como la habían colocado y que misteriosamente se había girado. De allí en más se multiplicaron las especulaciones sobre lo acontecido y por eso el artista ofreció otra magnífica obra para reemplazarla: el Cristo del Camino.
Nota Infocielo
Foto Oesteba
