Compañía Tricletas: una familia rodante

Es probable que en las planillas de los trámites burocráticos Fabiana Polenta y Luciano Caferri dejen en blanco el casillero que pide completar el domicilio y entonces tengan que explicarlo una y otra vez: no tienen una casa de ladrillos y techo de chapa como casi todo el mundo, sino…

Es probable que en las planillas de los trámites burocráticos Fabiana Polenta y Luciano Caferri dejen en blanco el casillero que pide completar el domicilio y entonces tengan que explicarlo una y otra vez: no tienen una casa de ladrillos y techo de chapa como casi todo el mundo, sino una casa rodante con la que recorrieron ya una docena de países y lo seguirán haciendo. Son artistas y eligieron un modo de vida nómade, no reglado por las 8 horas en la oficina, ni las rutinas. Es una elección de vida junto a sus hijos. Son una familia rodante.

A  diferencia de otros casos que suelen ser noticia. Estos vecinos de Trenque Lauquen, no patearon el tablero ni se tomaron un año sabático saturados por las colas en el banco o el agobio económico y salieron a perseguir un sueño de adolescencia. Para Fabiana y Luciano, este es un modo de vida, y su sostén es el trabajo que realizan en todas las ciudades donde se detienen, que es una propuesta cultural ampliamente conocida en nuestra región y que se denomina Compañía Tricletas.

 Todo empezó hace 10 años cuando nació Nahuel, el primer hijo de la pareja que los obligó a repensar los viajes y el modo de hacerlos. En realidad todo empezó mucho antes, pero como historias separadas. Fabiana Polenta que es de Trenque Lauquen estudió la carrera de Letras, pero promediando la mitad de sus estudios, viajó a Francia sin ningún contacto ni nada a la vista que le diera zona confort, le gustó la experiencia y la repitió años más tarde cuando terminó la carrera. Entendió que ése era el destino que había elegido y se especializó en la enseñanza del idioma Español para extranjeros para poder viajar y trabajar, pero algo estaba a punto de pasar que modificó los planes, al menos cambió la letra chica del boceto que ya había dibujado.

Ese “algo” es Luciano. Un artista del gran Buenos Aires a quien había conocido en sus épocas de estudiante. Luciano estudió teatro y actuación y es de profesión payaso, pero se graduó bajo técnicas europeas y no es un payaso convencional de circo, sino que se asemeja más a personajes de Chaplin y no usa la palabra. Cuando terminó sus estudios artísticos, inició un viaje por el sur argentino donde –dijo- conoció extranjeros que recorrían el mundo en bicicleta, y gritó “Eureka”.

Armó su propia bicicleta y salió al mundo. Entre el año 2000 y 2007 recorrió Sudamérica, desde Argentina en sentido ascendente “llegué a Costa Rica, pasando por Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, etc.” recuerda hoy en diálogo con OESTE BA.

Los viajes ya estaban. Ya era parte de sus vidas, ahora la idea era compartirlos en familia. “El rumbo de nuestras vidas lo cambió Nahuel, ambos queríamos seguir viajand. Ambos sabíamos que el nacimiento de un hijo nos hacía cambiar las cosas, si bien todos pensaban que ‘íbamos a asentar cabezas como dicen’ (se ríe), nosotros lo vimos desde otro lugar, si nuestro sueño es viajar, la llegada de un hijo nos obliga a cumplirlo porque le tenemos que enseñar que hay que cumplir los sueños”, dice Fabiana.

Segunda etapa

Se dieron un tiempo para el nacimiento y recién cuando su hijo tuvo un año y medio se lanzaron nuevamente a la ruta y en bicicleta. Por eso surgió el nombre: Tricletas. “Armamos dos bicicletas con un pequeño remolque, como una casita rodante enganchada, donde viajaba Nahuel.

“Luciano quería seguir viajando en bicicleta y yo tenía en mente un bibliobús. Tenía dudas porque no tenía experiencia, una vez que perdí el miedo empecé a enamorarme de la idea y ya estábamos en el mismo camino, armamos el viaje y parte de este proyecto era ver qué íbamos a hacer en el camino”. En ese primer viaje recorrieron desde Costa Rica hasta México, Nicargua, Salvador, Honduras, Guatemala, Cuba y Belice, hasta que decidieron pegar la vuelta a Trenque Lauquen.

“Luego se fueron dando distintas cuestiones, llegamos a Trenque Lauquen vimos que había muchas más posibilidades de trabajo cultural, pero las propiedades y los alquileres eran muy caros, nos compramos una casa rodante y la acondicionamos para hacer una biblioteca que era el proyecto inicial”. Luego compraron un auto y ya estaban listos para salir, pero sin bicicletas, y con un nuevo integrante de la familia: Antún, que ahora tiene 4 años. El primer viaje fue el sur, toda la Patagonia argentina.

En los próximos días iniciarán un nuevo viaje. Saben que van para el norte argentino “no tenemos bien en claro para dónde. Tenemos amigos en Córdoba, San Luis, y otros lugares. También hemos pensado pasar a Uruguay. No estamos condicionados con el tiempo, nos movemos con libertad. Esa es la diferencia entre las personas que hacen un viaje o los que vivimos viajando. No necesitamos quedarnos en un lugar, simplemente engancharnos. A nuestros hijos les gusta viajar y conocer”.

Un estilo de vida

Se ríen cuando se les pregunta cuántas veces al día tienen que explicar su decisión de vida. “La mayor parte de la gente quiere vivir de manera sedentaria nosotros queremos vivir como artistas y no tener una casa fija, esto trae siempre distintas cuestiones, desde curiosidad hasta prejuicios o discriminación, nosotros siempre tenemos que estar explicando, pero bueno a esta altura después de 10 años elegimos a quién darle la explicación”.

“Es un estilo de vida que elegimos, una profesión que elegimos, no nos enroscamos pensando que vamos a hacer a los 80 años. El viaje nos dio la posibilidad de vivir el día a día, y no nos hacemos más problemas de los que el día nos presenta”.

Qué es Tricletas

“Somos una compañía de arte independiente e itinerante, nosotros trabajamos la comunicación desde la palabra y desde el cuerpo. Trabajamos para la familia, no utilizamos ni doble sentido ni groserías, ni nada que se relacione con la religión o la política. Y en los últimos años formamos una biblioteca ambulante, es conectar el amor por los libros con las historias. Son distintas maneras de contar una historia, y todas las propuestas se relacionan entre si” cuentan, cuando se les pregunta la definición de Tricletas, que se ha presentado gran cantidad de veces en toda nuestra región.

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