A través de sus hijos, el piloto villeguense Julio López (67), quien cayó con su avión fumigador en América, llevó tranquilidad a quienes preguntan p
A través de sus hijos, el piloto villeguense Julio López (67), quien cayó con su avión fumigador en América, llevó tranquilidad a quienes preguntan por su salud. Paula y Santiago difundieron imágenes del padre en plena recuperación y con una amplia sonrisa. También relataron lo que el les contó. Así lo recogió el diario Actualidad de General Villegas.
También echaron luz sobre varios puntos que no estaban claros en un principio. Muchos medios publicaron que el accidente fue al regresar de fumigar. Pero fue al revés. «Todo fue despegando, yendo a fumigar, no volviendo, recién salía», dijeron sus hijos según informa el matutino.
«Ya con fuego en cabina, intentó lo máximo que pudo volar hasta una pista próxima por donde andaba, pero no pudo más, y lo aterrizó en tierra, en un lote de maíz”, continuaron. “Pudo salir sin problemas, pero con las manos quemadas, ya que pese al fuego no soltó el mando del avión», añadieron. Las primeras informaciones, de las que nos hicimos eco, hablaban de un salto segundos antes de que la nave toque tierra. Pero salió, en realidad, segundos después.
El diario villguense también informó que el siniestro fue originado «por una pérdida de nafta en el ala». “Despegando pudo ver cómo rebalsaba la nafta del ala derecha y automáticamente pensó en el motor, un Weatherly de 450 caballos, que comenzó a lanzar unas llamaradas de fuego por el escape de la trompa», relataron los hijos al diario Actualidad.
Fuente: tiempo del oeste