Germán Lauro tiene chapa para hablar del deporte. Porque además de haber sido finalista en los tres torneos de atletismo más importantes (Juegos Olímp
Germán Lauro tiene chapa para hablar del deporte. Porque además de haber sido finalista en los tres torneos de atletismo más importantes (Juegos Olímpicos -fue sexto en Londres 2012- y Mundiales al aire libre y bajo techo), desde hace mucho tiempo el lanzador de bala pasea su 1,85 metro de altura y sus casi 130 kilos por los pasillos del alto rendimiento.
Por eso hay que escucharlo con atención cuando va al grano en la charla con Clarín. “La situación del deporte argentino es complicada. El ENARD perdió la autonomía que le había permitido mover los fondos agilmente y financiar proyectos con mucha velocidad. Y con el cambio de nombre de la Secretaría de Deporte parece que cambió todo, pero en realidad no vemos un cambio muy grande”.
-El presupuesto del deporte también se modificó.
-Sí. Se redujo la chance de viajar y de hacer alguna gira. Hay que entender que estamos atravesando una situación muy crítica en el país. Hay que ubicarse y entender. Pero está complicado el panorama para los atletas.
-¿Cuál es el principal inconveniente que observás?
-El problema está más allá de lo económico. Hay que empezar a pensar más en un cambio en política deportiva argentina. A tener un Norte y a pensar a largo plazo para ver cómo crecemos deportivamente como país. Los momentos del deporte no deben ser una casualidad, sino una consecuencia de un trabajo a largo plazo.
-¿Por qué hablás de un cambio en la política deportiva?
-Acá hay proyectos personales y no un trabajo conjunto a nivel nacional. Hasta que no empecemos a pensar en eso y en una descentralización de Buenos Aires, no vamos a crecer más.
El bonaerense, que en Río participó de sus terceros Juegos Olímpicos, será el más experimentado de la delegación que viajará a Lima. Disputará su noveno Sudamericano. //EFE
El bonaerense, que en Río participó de sus terceros Juegos Olímpicos, será el más experimentado de la delegación que viajará a Lima. Disputará su noveno Sudamericano. //EFE
-Tu panorama es negativo…
-Siempre hay que tratar de pensar en positivo, porque si no estaríamos perdidos. Pero está complicado ese panorama.
-Sos crítico de la nueva Agencia de Deporte Nacional.
-Es lo que digo: cambió todo para que no cambie nada. No es que nosotros notamos un cambio para bien. Tal vez este análisis sea muy prematuro, porque hay que ver qué pasará. Yo no sé si en este tiempo habrá aparecido algún fondo privado para apoyar el deporte. Lo veo muy verde. Esto es política. Entonces, si en tres meses cambia el Gobierno nacional puede cambiar todo en el deporte.
-Siempre se habla del apoyo económico a los deportistas de alto rendimiento y de las becas. ¿Cómo están ustedes en ese aspecto?
-Hay cosas que no entiendo, como que Paula Pareto, campeona olímpica, campeona mundial y un símbolo del deporte argentino, gana 40 mil pesos (en realidad, son 48.500). Estamos atravesando una crisis económica en el país y eso lo sabemos todos, pero para que un deportista pueda dedicarse al 100 por ciento, necesita apoyo. Y así es difícil. Un empleado de comercio hoy gana más que un medallista panamericano, por ejemplo. Las becas fueron muy buenas en un momento, pero hoy se han quedado mucho porque la inflación las afectó.
Entre el 24 y el 26, la Villa Deportiva Nacional de Lima será sede de la edición 2019 del Campeonato Sudamericano de atletismo. Argentina dirá presente en ese torneo con una delegación de 38 deportistas, en la que convivirán algunos nombres con años de carrera sobre sus espaldas con jóvenes que dan sus primeros pasos a nivel internacional como parte del seleccionado. Entre los más experimentados estará Germán Lauro, para quien esa variedad generacional es un claro reflejo del momento que vive el atletismo nacional.
“Vamos a ir a Lima con un equipo grande por suerte, de casi 40 atletas, y que tiene una mezcla importante de generaciones. Y eso es muy positivo porque significa que estamos creciendo. El atletismo argentino está atravesando un recambio importante. Hay algunos que estamos en nuestros últimos años de carrera. Hay jóvenes como Belén Casetta, Joaquín Gómez o Fiorella Chiappe, que ya tuvieron alguna experiencia compitiendo en el exterior. Y después están también los más chicos, como Nazareno Sasia (oro en bala en Buenos Aires 2018). Aumenta el número de atletas, lo que es muy importante”, analizó el trenquelauquense, que a sus 35 años disputará su noveno Sudamericano.
“En el atletismo estamos creciendo en número, pero también en lo deportivo y en lo dirigencial. No es una evolución que se note directamente desde afuera, pero yo que estoy adentro la estoy percibiendo. De a poquito se están dando pasos. No es fácil, porque éste es un deporte amateur y vivimos en un país futbolero por excelencia. Y tampoco porque mi generación fue muy buena y consiguió muy buenos resultados, a nivel continental y también en Mundiales y en Juegos Olímpicos. Pero hoy las que vienen son camadas con muy buen nivel, que se están afianzando y están empezando a hacer sus armas. Torneos como el Sudamericano que vamos a disputar dentro de una semana les permiten a esos chicos ir tomando roce internacional”, reflexionó Lauro, que participó en tres Juegos Olímpicos: Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
-Mencionaste que el crecimiento en tu deporte también se manifiesta a nivel dirigencial. ¿En qué lo ves reflejado?
-Se está empezando a gestar un cambio en ese aspecto dentro de la Confederación Argentina de Atletismo. Por ejemplo, para este Sudamericano los viajes de algunos de los atletas los va a bancar la CADA con fondos propios. El tema del apoyo en el deporte argentino es siempre complicado y complejo. Nosotros dependíamos completamente del apoyo estatal, de lo que hoy es la Agencia de Deporte y del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. Pero en los últimos años se achicaron los presupuestos, lo que hay que entenderlo también por la crisis económica. Y al achicarse los presupuestos se tuvieron que dar de baja algunos proyectos. Así que me parece muy bueno que desde la CADA estén empezando a trabajar con un presupuesto propio. No es fácil hacerlo, sobre todo en nuestro país, pero vemos un crecimiento.
El Campeonato Sudamericano de Lima tendrá un gustito especial para Germán Lauro. ¿Por qué? «Creo que podría ser el último para mí», confesó el bonaerense. Aunque aclaró: «Lo voy a encarar como uno más. Después vendrá el momento de la melancolía y de mirar hacia atrás para repasar todo lo que viví».
Y más allá de que la preparación no fue tan perfecta como le hubiera gustado, el objetivo está claro. «Físicamente no llego de la mejor manera. Los entrenamientos son duros y el hombro operado se suele resentir. Y también tengo lesiones viejas, en las rodillas por ejemplo, que me complican. Pero creo que tengo posibilidad de pelear una medalla», comentó quien suma 12 podios en Sudamericanos: seis oros y un bronce en lanzamiento de bala y tres oros y dos platas en disco.
Luciana Mantero presenta “El deseo más grande del mundo”
Luciana Mantero atiende el teléfono temprano a la mañana con gran naturalidad y frescura, a pesar de la agenda apretada que lleva por estos días. No tiene intermediarios, responde los WhatsApp y los mails ella misma en persona y accede a esta entrevista telefónica con el diario La Opinión para hablar de su visita a Trenque Lauquen el próximo jueves donde presentará su libro “El deseo más grande del mundo” que le cambió la vida profesional y la corrió de su papel de periodista narrativa y la convirtió en realizadora de documentales para la National Geographic, columnista de medios gráficos o disertante en jornadas sobre fertilidad a lo largo de todo el país.
Esta semana estrenó “Bebé on demand” un documental para una cadena de televisión internacional. Tomó varios aviones a lo largo de América Latina para contar las historias de la nueva maternidad o paternidad, de la nueva identidad de familia. En fin de los distintos modos de reproducción.
¿Pero cómo llegó esta periodista de 40 años a este lugar? Hoy es sinónimo de esta temática en el país e invitada recurrente para dictar charlas, como la que ofrecerá aquí. “Hace 3 años publiqué mi libro y comencé a recibir mensajes de personas de toda la Argentina, el libro plasma la lucha por la maternidad a través de distintos caminos y distintos resultados, son 10 historias de mujeres de la Argentina”.
Luego de recibir los mensajes de hombres y mujeres “entendí que el denominador común era la soledad, el desamparo y cierta vergüenza. Es un tema tabú aún en la sociedad, no tenían contención, y muchos veían en el libro un reflejo sobre miedos, dudas, recursos para enfrentar mejor el camino, veían que a otros les pasaba lo mismo”.
Así comenzó a recorrer el país en charlas públicas, gratuitas, generalmente invitada por centros de fertilidad. Aquí llega de la mano de los doctores Laura Orellana y Diego Pérez Zabala. “Todas son historias personales pero siempre hay denominadores comunes”.
-¿Cuáles son esos denominadores comunes?
-Lo difícil que es atravesarlo en pareja en el caso de que sean parejas. Hoy también hay mujeres y hombres que quieren tener hijos en soledad. En el caso de la pareja es muy desafiante, no dejar de comunicarse, no echarse culpas, que su vida íntima no se vea arrasada, poder compartir. Es muy frecuente ver parejas que terminan quebradas.
Después, poner el cuerpo, hay tratamientos muy incómodos e invasivos; está la cuestión del tiempo, postergación de planes personales, establecer una vida en compás de espera de algo que no podés manejar. La gente a nuestro alrededor tiene hijos y nosotros no podemos, entonces tenés culpa por no poder compartir la felicidad de un allegado de la manera que deberíamos, y más la incertidumbre de saber que quizás nunca llegue el hijo y eso es muy doloroso de aceptar.
-Sorprende que se considere aún un tema tabú, cuando los conceptos de familia, género, etc. se han modificado.
-Si claro, pero es un tema difícil aún de hablar. Se asocia con la menor feminidad o masculinidad, se cree que por no poder concebir uno es menos hombre o menos mujer, si bien esto va cambiando con los años aún persiste, vos fíjate que la mayor parte de la gente que enfrenta estos procesos no lo cuentan o cuentan sólo una parte. Por ejemplo, contar que uno tuvo un hijo sin la genética compartida es difícil de decirlo. Hay aún cosas que generan cierta vergüenza.
Luciana Mantero contó su historia personal de búsqueda de tres años para alcanzar su segundo embarazo y lo convirtió en un libro con enorme ascendencia y llegada a todo el país. Ahora, da charlas y se calza el traje de realizadora de documentales “el documental cuenta historias de Latinoamérica, sobre la búsqueda de maternidad y paternidad y los modelos de familia a partir de los avances de la ciencia y todos los dilemas de la reproducción asistida”, pero no quiere dejar de lado su carrera periodística aunque la misma hoy está subordinada a la temática fertilidad “sigo siendo periodista, voy en la búsqueda de historias y el ángulo de los dilemas sociales, estoy siempre en el ejercicio del periodismo narrativo”.
-¿Con lo que ha logrado en estos tres años concluye que realmente tener un hijo es “el deseo más grande del mundo”?
-No diría de todas las personas. El título está puesto en función de los que decidimos tener hijos, apunta a las personas que estamos en ese camino y lo sentimos así. Me lo devuelven así las personas que entrevisto y asisten a las charlas.
Nota y foto: diario Clarín