“En un año se duplicó el precio de la lechy el consumo tuvo una caída histórica” es el título del diario Clarín de junio de este año. “La venta de le
“En un año se duplicó el precio de la lechy el consumo tuvo una caída histórica” es el título del diario Clarín de junio de este año. “La venta de leche en la Argentina cayó a su nivel más bajo desde 1990”, escribió en octubre el diario Crónica. Anclados en la cuenca lechera más importante de la provincia de Buenos Aires no se pueden soslayar fácilmente esos titulares. Por eso, hicimos sonar el teléfono de Daniel Villulla, gerente de la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste (Caprolecoba).
Del otro lado del teléfono, en diálogo con OESTE BA, Villulla pide tiempo para explicar una compleja cadena de la producción láctea que en palabras más, palabras menos se reduce a una crisis prolongada de precios que recién se estabilizó en 2019 y que les permitió hacer pie y recuperar las pérdidas de 2018 a los tamberos. Pero mientras los aires cambiaban en los tambos, se hacían más pesados en góndolas, llevando a los lácteos entre los productos que más aumentaron en un año. Como causa y efecto, más precio hizo que haya menos consumo.
La situación, dijo, le preocupa a los productores tamberos. En 2018 en Argentina el promedio era 190 litros de leche por año por habitante. Años anteriores llegó a alcanzar el registro de 215, pero en julio de este año cayó a 176 lts. según datos del observatorio de la cadena láctea.
“Eso es preocupante porque la Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los países trabajen o intenten resolver un consumo mínimo de 150 lts/año. Esto despierta nuestra alarma, porque el dato es genérico pero está claro que hay habitantes que tienen acceso a 250 litros y otros por debajo de 150 recomendados por la OMS esto nos preocupa mucho en términos sociales y políticos”, dijo el entrevistado.
“Como productores de la región más importante de la provincia tratamos de llevar una posición sensata y representativa”, siguió y recordó que durante 2018 los tamberos trabajaron a pérdida, vendiendo vacas y contrayendo endeudamiento.
“Sobre finales de ese año el precio se fue recuperando y le fue ganando al dólar y la inflación y llegamos a mitad de este año cobrando entre 34 y 37 centavos de dólar el litro eso fue muy bueno para nosotros porque logramos en aceptable medida recomponernos. La industria vino corriendo de atrás este primer semestre pero todos aprendimos las lecciones que el mercado no podía trabajar como veníamos”, sostuvo.
“Hasta julio la recuperación venía lenta pero consistente. En agosto, post elecciones la situación cambió, porque nos acostamos un domingo a la noche con un precio de leche a 34 ó 37 centavos de dólar y nos levantamos el lunes vendiendo a 26 centavos de dólar, y todas las relaciones de precios fueron otra vez un gran desorden”.
De todas formas “por haber aprendido, este lío post elecciones, agarró a la industria y a toda la cadena lechera mejor preparados. La industria reacomodó los precios rápido”.
La recuperación tambera en 2019 “hizo que aportáramos fuertemente a la inflación, porque los lácteos están entre lo que más aumentó en el año. Tenemos que ir acomodando precios mínimamente para que no se caiga la producción, pero también nos preocupa la incapacidad de mucha gente que en el mercado interno no puede acceder a los lácteos que necesita su familia”, concluyó.