El Cholo Igartúa, un colaborador incansable del deporte y un amigo para los chicos

El Cholo Igartúa, un colaborador incansable del deporte y un amigo para los chicos

Es posible pensar que en el futuro, algún espacio para la práctica del deporte sea nominado con su nombre. Quizás no sea una iniciativa redactada en l

Es posible pensar que en el futuro, algún espacio para la práctica del deporte sea nominado con su nombre. Quizás no sea una iniciativa redactada en los escritorios políticos, pero sí una sugerencia de vecinos, de los miles de vecinos que en su etapa de infancia o juventud, se cruzaron en el camino con el Cholo Igartúa, un gigante bonachón que es una de las personas más conocidas y queridas en el ambiente deportivo.
Es que toda su vida caminó en alguna cancha de vóley, básquet, en alguna pista de atletsimo o donde fuera. Además, tiene el record de haber viajado las 31 ediciones de los Torneos Bonaerenses, acompañando la delegación local. Cuidando a los chicos en la Ciudad Feliz durante esa semana de estadía, sufriendo afuera de la cancha, alentando, festejando y –sobre todo- levantando el ánimo a los que perdían o probaban los sinsabores de la competencia.
El Cholo en realidad es José María Igartúa, y tampoco era Cholo, sino Bocha, pero por esas cosas de la vida nadie sabe su nombre, sólo su apodo.
A los 54 años repasa su vida en una entrevista con FM Tiempo. Tiene una memoria prodigiosa y se acuerda nombre y apellido de cada pibe que acompañó a Mar del Plata y ahora dice que ya viaja con los hijos de los que fueron en los primeros viajes.
“Crecí jugando al básquet en Ferro tenía mi corazoncito con ese club, pero después la vida te va dando vueltas y trabajé en Argentino, Atlético, CEF, Monumental, Barrio Alegre, con la maratón de reyes, con la pileta y entonces el corazoncito se va abriendo y es un poquito de todos”, dice en la entrevista radial.

-¿Cuál es tu primera aproximación al deporte?
-Empecé con el deporte a los 10 años acompañando a mi hermano que íbamos a jugar al básquet a Ferro, después en la escuela Comercial tuvimos de profesor a Roberto Larrubia yo siempre digo que Roberto Larubia es el que me enseñó a mí el verdadero valor del deporte.
-¿Por qué?
-Porque Roberto en ese momento venía de ser profesional del fútbol, cuando asume en la Escuela de Comercio empezó a desarrollar el deporte de otra manera. Las clases de educación física eran en serio, era una aproximación real al deporte. Y así con eso empezamos a relacionarnos más con el deporte. En un tiempo practiqué atletismo lanzamiento de bala si hubiera seguido, si le hubiera puesto las ganas que le puse a otros deportes, creo que hubiera sido bueno, porque tenía condiciones.
-¿Como Germán Lauro?
-No…(ríe), Germán es inigualable, la voluntad que tenía Germán a los 13 ó 14 años yo lo veía entrenar, la gente no sabe todo lo que hacía, no tiene ni idea de… de lo que hacía Germán a los 14 años para llegar a hacer lo que fue.
Con Roberto Larrubia, siguió, “hacíamos atletismo, hacía todo y todo lo hacía bien y sus enseñanzas eran muy exigentes, aunque siempre tenía un rato para la diversión. Cuando terminé la secundaria seguí en el CEF con vóley con Mario Etchegaray”.
-¿Con cuántas generaciones fuiste a Mar del Plata de los Torneos Bonaerenses?
-Con todas, 31 años, los primeros chicos clase 79 que llevé entre ellos estaba Germán Grau, Juan Pablo Danda, Martín Churrupi, Federico Guerra, todos esos chicos hasta la edición pasada que fuimos con la provincia. No falté nunca, en algunas fui como DT, en otras como colaborador, en otras con la Dirección de Deportes y otras con la Secretaría de Deportes de la Provincia.
-En la Provincia te conocen más a vos que al gobernador.
-Todos me conocen porque hace 30 años que nos conocemos. Todos los coordinadores que están, desde el director de los juegos con quien tenemos una amistad muy fuerte con las generaciones nuevas que están en el área de coordinación de los torneos. Hay veces que directamente los coordinadores llamaban a mí antes que a los directores de Deporte por una cuestión de amistad. Siempre tenía que explicar que no era el director de deporte.
-¿Viajaste con los hijos de los que habías llevado antes?
-Ya he llevado a los hijos de la primera generación he llevado a muchos de hijos de chicos con los que viajé en los 90 y 2000. Las primeras generaciones de chicos no las podíamos traer de la playa para que vengan al hotel, a las ultimas no las podíamos llevar a que conocieran la playa porque la tecnología los absorbe mucho.
Iguarúa aclara que “no es” profesor de educación física, “pero si me especialice en vóley y atletismo con cursos, etc. Son las disciplinas que más me gustan”.
-Podés saber mucho del deporte y no saber llegar a los pibes. Eso es algo que a vos te caracteriza porque te hemos visto la relación que tienes con los pibes.
-Porque hay veces que los pibes, llegan de la casa con ciertos problemas o ciertas circunstancias y no saben expresarse o no lo pueden decir. Cuando se juntaban conmigo y los veo que no están bien les pregunto y me cuentan si pelearon con el novio, si el padre no lo deja que ande con ese chico y esas cosas, siempre tuve buena relación y la posibilidad de escucharlos.
-También estuviste muchos años en la Casa del Niño enseñando a los chicos de ahí.
-Siempre me gustó ir ahí, que aprendieran a tirarse la pileta y que salieran sin ahogarse después los profesores que los corrijan. Y fíjate lo que es esta historia hoy me llegó un mensaje que en junio me invitan a un casamiento, una de las pibas que durante años fue a casa del niño pudo estudiar con sacrificio y esfuerzo, se recibió de profesora, tiene su trabajo, le va bien y me invita a su casamiento; ella nunca se olvida de sus orígenes. Así son los chicos, los pibes de la Casa del Niño siempre me cruzan, me saludan, me abrazan, no se olvidan.
-Con eso ya está, es la medalla. Después si buen deportista o malo es lo de menos.
-No, claro, eso es lo que menos me preocupa. En Mar del Plata siempre acompañamos a los pibes y los defendimos como en un partido de básquet que la mesa fiscalizadora no quería que perdiera Peñarol y el equipo de Trenque Lauquen le estaba ganando bien, me expulsaron y tuve que irme de la cancha por protestar.
-¿Sentís el reconocimiento del ambiente del deporte?
-Si claro, municipios e instituciones me llaman para fiscalizar, para colaborar en la organización de eventos. Nunca lo hice por el dinero siempre me gustó colaborar porque me gusta el deporte.
En otro párrafo dijo que Trenque Lauquen “dio muchos y buenos deportistas que por distintas razones no desarrollaron su carrera, porque no siempre es fácil sostenerse y bueno muchos se van a estudiar o trabajar y cambian su vida”. También recordó su participación en el rugby “fue una disciplina que disfrute mucho”.
“Siempre disfruté del deporte, del acercamiento con los chicos, acompañar la delegación” dice y destaca su partipación hoy en la “clasificación funcional de atletas con discapacidad” en lo que se ha especializado en los últimos años.